Juanito Santiz es un niño indígena de 7 años de edad, ha tenido que abandonar su pueblo tsotsil Chamula para ganarse la vida, su trabajo es asear calzado en Tuxtla Gutiérrez, dónde junto a tres hermanos y su padre, tienen que pagar la renta de un cuarto para vivir.
Cuenta que pagan mil 500 pesos pero en la habitación en el centro de la ciudad no tienen grandes cosas, su ropa, unas cubetas y algunas sillas, además de cartones y colchonetas el espacio lo ocupan para dormir ahí se congregan para descansar y preferentemente hasta la noche para pasar unas horas juntos.
El cree que debe ir a la escuela pero Juanito dice que ya le gustó trabajar, cuando la boleada costaba 10 pesos en el día el solo aportaba 100 pesos o más, ahora que por el costo del material han tenido que subir el precio del aseo del calzado, ha aportado para el ingreso de la familia 150 pesos o más, a veces se compra sus aguas, sus tortas.
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Se acompaña de amigos de su edad que también asean calzado y venden chicles o solamente chicles, han perdido el miedo a los aseadores de calzado organizados, de la plaza que hace algún tiempo los corrían con el pretexto de generar una competencia desleal con el argumento de que ellos si pagan impuestos al ayuntamiento de la capital.
Juanito se siente a gusto en Tuxtla Gutiérrez de repente con sus hermanos que también asean calzado o trabajan de obrero cuando se puede en la construcción o vendiendo artesanías, van a ver a su familia a Chamula, todos suspenden actividades, su padre también vende chicles en una cantina en Tuxtla Gutiérrez y es el más aporta a la economía de la familia.
Cuenta que desayunan juntos antes de salir de la vivienda donde rentan cuartos, oran a San Juan, el patrono de Chamula, luego cada quien a lo suyo, presume que ya conoce la ciudad bueno al menos el primer cuadro, las calles céntricas o alrededor de los mercados públicos municipales, dice que ya no se pierde, ni llora, ni le da miedo, vamos bien, sostiene.
Juanito Santiz con sus amigos hablan entre ellos su lengua materna, es su identidad, dice aunque acá en la capital no usa los trajes de su pueblo Chamula afirma que juntos con su trabajo están saliendo adelante con el gasto de la casa, la familia la completan tres hermanas y su señora madre.
Así como Juanito hay muchos niños indígenas en la capital del estado, a dónde ha migrado desde hace algunos años en busca de un mejor bienestar que se les ha negado en su lugar de origen pero se dice feliz van a su pueblo en varios momentos, preferentemente en la fiesta de Chamula dónde encuentran todos.