Solicitantes de concesiones conforman el “Consejo de Choferes Unidos 400", para pedir al gobierno de Chiapas y a la Secretaría de Movilidad y Transportes atienda en Tapachula la solicitud de la población del concesionamiento en la modalidad de taxi urbano, ya que en la actualidad el parque vehicular existente no puede cubrir la alta demanda.
A nombre del consejo de Choferes Unidos los 400, José Luis Martínez Carpio, Enrique Borges Julián y Jorge Adrián Vázquez Pérez, dieron a conocer que en la actualidad hay una exigencia de usuarios del servicio de taxis, porque desde hace 20 años no ha habido concesionamiento.
Dijeron que la población de Tapachula y municipios cercanos que convergen aquí ha crecido, a esto se suma una población flotante y en particular de miles de migrantes que también demandan el servicio de traslado en taxi, por lo que los choferes se ven rebasados para atenderlos.
Enviaron un mensaje y petición al gobernador Rutilio Escandón y al titular de la Secretaría de Movilidad y Transportes Aquiles Espinoza en el sentido de son muchos años con el mismo parque vehicular y que en la actualidad resulta insuficiente para atender la demanda.
Expusieron que si ya se concesionó en otros municipios también se realice en Tapachula, que cuenta con el respaldo de la población y el sector organizado, además, hay condiciones y necesidad de que haya concesionamiento y que se haga justicia al verdadero trabajador del volante que cuenta con expedientes y documentación en regla y que trabaja en Tapachula.
Detallaron que el déficit de taxis urbanos para Tapachula es evidente, por lo que sea la autoridad en la materia la que determine el número de unidades que hacen falta para Tapachula a través del estudio de factibilidad, ya que en la actualidad son mil 421 unidades, pero también solicitan que no se desborde como ocurrió en el año 2000 del último concesionamiento, para que este un trabajo que permita reponer el activo y que alcance para el sustento familiar.
Reiteraron que tanto los taxis libres como los de radio taxis no tienen la capacidad de respuesta para atender a los usuarios, a esto se suma lo que podría considerarse como una práctica no adecuada en el que algunos choferes prefieren dar el servicio a los migrantes que pagan con otra moneda.