Un inodoro roto es el colmo de la desfachatez que habitantes y comerciantes aledaños al río Suchiate tienen. Sin pena alguna y a cualquier hora, arrojan todo tipo de basura, que ha provocado desde hace algún tiempo el lugar luzca insalubre y no se soporten hedores.
Las márgenes de este río que divide a México y Guatemala se ha convertido en un tiradero clandestino, que aprovechan propios y extraños para arrojar sus desperdicios.
No conformes con el foco de contaminación que se percibe en el lugar, lugareños también se han dedicado a quemar cúmulos de basura para, según ellos, impedir que se amontone más desperdicio en el sector.
Y es que los inconscientes han dejado a la intemperie botellas de plástico, vidrios, latas de comida, unicel y bolsas de plástico repletas de comida descompuesta que ya no es consumible para el humano.
Ninguna autoridad municipal o de salud ha impedido que este foco de contaminación se detenga, por el contrario, cada día la ribera del río Suchiate se convierte en sitio idóneo para que pobladores arrojen su basura ante la indiferencia de propios y extraños.
Con las fuertes lluvias resentidas en los últimos días en la región, restos de plásticos, vidrios y comida descompuesta, lograron llegar hasta la vertiente del río, lo que genera aún más contaminación debido a que todo esto viaja a través de la corriente marina y contamina también a peces.
A pocos metros de este tiradero de basura, comercios improvisados con venta de comida operan desde temprana hora hasta las cinco de la tarde, lo que afecta también a estos vendedores porque los hedores se perciben hasta estos puntos.
Ante tal situación, es urgente que las autoridades atiendan cuanto antes este foco contaminante y prohíban tirar basura en el sector.
/BJ