El templo de San Miguel Arcángel del siglo XVI en Copainalá se encuentra en proceso de restauración, este es el inmueble 832 de los monumentos históricos de propiedad federal, obra que administra el Instituto Nacional de Antropoligía e Historia (INAH) y que se encuentra en manos de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, a través de la parroquia en ese municipio de la región Mezcalapa.
De acuerdo con el Sistema de Información Cultural, el inmueble pertenece al obispado de Chiapas, es un edificio religioso y su categoría es un conjunto conventual, perteneció a la orden religiosa de los hermanos predicadores, el templo fue dañado por el sismo del 7 de septiembre del 2017.
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Copainalá se encuentra en el noreste de Chiapas, en la ciudad tiene como santo patrono a San Miguel Arcángel, por ello la iglesia de este municipio recibe ese nombre, al entrar al lugar se puede ver como una parte del techo en su lateral izquierda de este majestuoso templo se encuentra en restauración, es posible ingresar a través del templo de San Vicente Ferrer, que forma parte del conjunto conventual.
Una vez en el interior del templo de San Vicente Ferrer, se puede ingresar por la lateral derecha al patio del ex convento, desde ahí se observa la teja que se extrajo del techo, la madera que se retiró de las alturas del inmueble, los trabajos de limpieza del mismo donde se realizan los trabajos de restauración.
A la nave principal del templo parroquial de San Miguel Arcángel, se ingresa por la lateral del gran patio, las grandes paredes muestran la belleza del monumento cultural de Copainalá, en el interior se aprecia la obra que avanza paulatinamente, la parte en reconstrucción está separada por muros de nailon, madera y metal para evitar que las personas puedan llegar hasta el espacio.
Poco a poco se irá colocando la madera en el techo, esta ha pasado por un tratamiento adecuado, es de color negro y una vez que se coloque en su totalidad, la siguiente etapa será complementar el techado con la colocación de la teja, que también pasará por un tratamiento antes de su colocación, al momento no hay fecha límite para concluir los trabajos.
Los sacerdotes que administran la Parroquia de San Miguel Arcángel viven en el otro extremo, en el conjunto habitacional, sin tener contacto con el área en proceso de restauración, la población no debe ingresar para evitar riesgos, sobre todo porque la madera que se colocará en el techo es doble y tiene un gran peso.