Doña Francisca tiene tres meses que no llega a vender plátanos de seda con su canasto al tianguis Emiliano Zapata, en los límites de las colonias Calcaneo Beltrán y San José El Edén.
Todos los días, incluso con la pandemia encima, llegaba desde Cacahoatán a Tapachula para su vendimia, pero ha desaparecido de la faz de la tierra, no saben de su paradero, temen que haya sido otra víctima del Covid.
Desde que el virus apareció en Tapachula, también llegó a este centro de abastos visitado por cientos a diario.
Según una de las comerciantes identificada como Sofia, desde marzo a la fecha unos ocho comerciantes han perdido la vida a causa de la pandemia.
“Se murió el señor que vendía libros, también otra señora que vendía verduras, a esta lista se sumaron otros seis que todos conocíamos”, reveló.
Para doña Sofía, lo peor no ha pasado. El virus ha dado un poco de tregua para recuperarse del duro golpe económico que trajo consigo la enfermedad.
Les ha dejado vender, a tal punto que llevan un mes con ventas buenas aunque no al cien.
Desde que inició noviembre vimos una recuperación, quizá no del cien pero sí del ochenta y allí vamos, ahí la llevamos
El peligro de los contagios está a flor de piel en este mercado. La mayoría de las personas, acuden a realizar compras retando al “bicho”, como le llaman los vendedores.
Llegan sin cubrebocas, no miden sana distancia y para muchos, es tema muerto la emergencia mundial.
Se van con sus legumbres en manos o morraletas, impregnadas e impregnados de la posibilidad del virus en su cuerpo.
El uso de cubrebocas sigue siendo una responsabilidad a la que muchos son renuentes, no lo usan y optan por acudir así a espacios públicos donde pueden enfermar.
¿Por qué no usa el cubrebocas? Se le cuestiona a una mujer que compra verduras. Con sonrisa tibia y penosa, acusa que lo olvidó en casa.
Los casos de contagios en la entidad han disminuido, al menos en cifras oficiales, pero el peligro es inminente de cara a la parte final del 2020.
Ante esta situación, Es urgente la puesta en marcha del uso de cubrebocas de forma obligatoria, pero más allá de eso la consciencia social de que todos estamos expuestos.