Dato: Abajo del Río dos balsas varadas desvelan la poca afluencia de personas y mercancías
Chiapas mantiene prácticamente inactivos dos de sus puertos fronterizos en el sur de la entidad. Se trata del paso formal situado en la comunidad de Talismán, donde sólo unos cuantos elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) mantienen guardias en la caseta de inspección, lo mismo ocurre con elementos de Aduanas de México.
El cruce fronterizo con Guatemala se ha mantenido desierto desde que el vecino país cerró sus fronteras debido a la situación por la pandemia del coronavirus.
Mientras tanto, abajo del puente Talismán-El Carmen que divide a ambos países sólo dos balsas operan sin mucho éxito ante la poca fluidez de personas que buscan cruzar hacia el lado chiapaneco y viceversa. El mayor flujo de personas se nota en horas de la tarde, cuando trabajadores retornan a sus comunidades tras realizar tareas de limpieza doméstica o en cultivos en municipios de la región Soconusco.
La presencia de militares también es escasa. Únicamente un vehículo militar que llega a la zona se estaciona y de éste descienden uniformados para echar un ojo a los caminos que por años han servido como pasos de tráfico informal de personas y mercancías.
A esto se suma que pobladores de la pequeña comunidad perteneciente al municipio de Tuxtla Chico, se han prácticamente atrincherado para evitar el ingreso de personas ajenas, por ello en la intersección de la carretera que lleva a Cacahoatán han montado una palapa y colocado piedras para impedir el acceso o libre tránsito a este lugar.
La situación comercial formal e informal se ha caído. Las ventas están por los suelos ante el nulo tránsito de personas que viajan de un país a otro por cuestiones comerciales.
Norma Calderón | Comerciante del lugar
“Los chapines han dejado de venir a Chiapas, antes eran filas de carros queriendo entrar para ir a comprara Tapachula, ahora no se ve algo porque ellos allá (en Guatemala) tienen muchas restricciones, lo mismo ocurre por debajo del río con el contrabando”, opinó.
En Ciudad Hidalgo, el otro punto fronterizo localizado a unos 45 kilómetros de Tapachula y Talismán, el río Suchiate recobra vida con el paso de cámaras en las que viajan solo unas cuantas personas, pocas a comparación de otras épocas del año.
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Este 2020 ha sido distinto a los demás años en materia comercial en este punto donde convergen Tecún Umán, Guatemala y Ciudad Hidalgo, Suchiate, ya sea por el acceso oficial del puente Rodolfo Robles que permanece cerrado o por el río a través de las balsas; son ya dos meses y cinco días en esta situación y aunque la actividad comercial no está parada por completo, sí ha sido lacerada drásticamente por la situación del Covid-19 y el cierre fronterizo del vecino país.
Hace un mes, los balseros pararon el trasiego de mercancías y personas en sus balsas improvisadas. En Talismán, lo único que aumenta es el caudal del afluente centinela que vigila esta frontera; en Suchiate, aunque hay tránsito es mínimo y en ambos casos siguen a la espera que el cupo de 10 personas por balsa se cumpla.
/JO