El intermediarismo sigue siendo una carga pesada para al campesino, pues se ve afectado su esfuerzo y ganancias, vender su producto barato únicamente les ayuda a recuperar los costos de producción, quien verdaderamente se lleva las grandes ganancias son los “coyotes” que no solo pagan precios muy bajos, sino que utilizan trampas en el pesaje del producto con basculas arregladas, Profeco no a intervenido ante esta situación de estafa hacia los campesinos.
Productores de café de los municipios de Tuzantán, Motozintla y Huixtla, denunciaron que los compradores de sus productos utilizan trampas en los equipos de pesaje, básculas o balanzas que utilizan tanto coyotes como las comercializadoras, mismas que no cuentan con registros o supervisión de la Profeco que les garantice su pleno funcionamiento y calibración.
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En representación de los afectados, Carlos Ortiz, afirmó que son artimañas con las que cuentan este tipo de comerciantes que se aprovechan de las necesidades del campesino al que dan por adelantado dinero para que haya un compromiso, una vez que esto ocurre ellos imponen sus reglas y los obligan a aceptar sus aparatos en el pesaje con mermas muy marcados.
Dijo que los productores además tienen que aceptar las mermas que ellos consideran, las derramas del producto, al momento de calar si va seco en ocasiones es de un kilo por costal a lo que se suma el peso del costal que se calcula en un kilogramo, también por lo que al final la suma es mucho menor de lo que el campesino había considerado.
"El campesino es despojado en sus derechos porque no reclama o porque está condicionado a aceptar esas reglas, sin embargo, para nadie es un secreto que les están robando los coyotes, las ganancias finalmente son para los intermediarios y no para quien trabaja la tierra, por lo que las autoridades deben tomar cartas en el asunto sobre todo la Profeco", abundó.
Finalmente mencionó que las autoridades relacionadas con el campo deben implementar esquemas de control para inhibir este tipo de prácticas, sin embargo, algunos de los productores reconocen que en algunos casos los intermediarios si contribuyen a resolver algunas tareas que autoridades y pequeños productores no pueden hacer como el salir a vender sus productos, sobre todo en las zonas más lejanas e incomunicadas.