Más de 25 campesinos productores de café, cada cosecha se enfrentan a la falta de apoyo por parte del gobierno, por no pertenecer a ninguna asociación de cafetaleros y no contar con recursos suficientes para sacar sus cosechas a la cabecera municipal de Escuintla, esto debido a las condiciones en las que viven en la zona alta de este municipio, donde tienen sus parcelas con sembradíos los cuales al cosecharlos tienen que venderlo a terceras personas que si tienen como bajar el producto a venderlo a empresas grandes (los denominados coyotes).
El ejido Santa Isabel, se encuentra a 839 metros sobre el nivel del mar y por su clima es un lugar ideal para los sembradíos de matas de café, donde este grano se da en perfectas condiciones, tanto en esta comunidad como en todos sus alrededores, por lo que existen al menos 25 campesinos dedicados a cosechar este grano dorado, sin contar con trabajadores o tener fincas cafetaleras.
En estas fechas el café ya está muy maduro y los campesinos tienen que darse prisa para corta el grano con sus familias, algunos señores únicamente con su esposa debido a que sus hijos más grandes han emigrado a ciudades del norte de este país, en busca de mejores salarios y una mejor calidad de vida.
Luego de cortar el café cerezo, los campesinos lo despulpan para obtener únicamente la semilla que tendrán que poner a secar por unos días, para finalmente poner en costales y venderlo, esto después de haber llevado el proceso correspondiente para que alguien exigente pueda comprarlo aseguran los propietarios de las cosechas.
Una vez que tienen sus costales con semillas, los conocidos como “coyotes” como de costumbre cada año, visitan las comunidades de la zona alta comprando a bajo costo las cosechas, las cuales a los campesinos no les conviene sacar a la cabecera municipal porque aveces es poca o porque no cuenta con el vehículo adecuado para viajar y aveces gastan más en el traslado que en lo que cosechan.
Por esta razón los coyotes llegan y compran a los campesinos su poca o mucha producción y la llevan a otros lugares a venderlo donde ganan su comisión por haber sacado la cosecha de las comunidades poco transitables y apartadas de los municipios cafetaleros.
Hasta se vive también porque los Habitantes no pertenecen a una asociación o no han formado sindicatos de cafetaleros, como los cuales podrían buscar apoyos de otros grupos para tener asesoría y apoyos en sus parcelas y así producir más y poder vender al precio justo, directamente como los comprados o exportadores más grandes.
Campesinos mencionaron que están se están organizando para formar un sindicato y que esperan que las autoridades y el nuevo gobierno estatal que está por entrar en función, ponga la mirada a los sectores marginados que necesitan del apoyo del campo para sacar buenas cosechas y tener una mejor calidad de vida en nuestro propio estado y no tengan que emigrar más jóvenes en busca de empleos.