Desde hace varios años, los cafeticultores han luchado contra dos plagas fitosanitarias, que hoy nuevamente están amenazando con fuerza la producción de café en Chiapas; la broca y la roya han comenzado a preocupar en las grandes extensiones de plantaciones ya que estas enfermedades, provoca entre otras características, el debilitamiento de las plantas y hace que el fruto del café caiga antes de su maduración.
El jefe del Campo Experimental Rosario Izapa, Carlos Hugo Avendaño Arrazate comentó que hay un equipo de trabajo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), trabajando en nuevas variedades del aromático grano, las cuales han demostrado gran resistencia a las plagas.
Dijo que el INIFAP constituyó la variedad “Oro Azteca” y actualmente se está por liberar la variedad “Talismán” que son plantaciones tolerantes a la broca y a la roya, además tiene gran calidad en taza y gran rendimiento de producción.
Explicó que la investigación para el desarrollo de nuevas variedades está liderada por Ismael Méndez López y Misael Martínez Bolaños, quienes trabajan en el mejoramiento genético de plantaciones para encontrar variedades tolerantes a la roya, así como en el manejo integrado de la broca del café.
Cabe hacer mención que el brote atípico de la roya de 2012 marcó un parteaguas en la producción del café en el estado de Chiapas, muchos científicos en su momento, acusaban al cambio climático como principal factor de esta enfermedad, pero lo cierto es que su impacto expuso la existencia de una cafeticultura avejentada y la carencia de opciones de variedades resistentes.
Sin embargo, durante el 2020, los productores tuvieron al alcance programas de manejo que han disminuido el efecto de la roya, así también una estrategia sobre el uso de variedades resistentes a la roya y a la broca, indicó el entrevistado.
Respecto a las repercusiones del cambio climático a las plantaciones del café, el jefe del campo experimental precisó que, en los últimos 30 años, se ha movido la diferencia entre la temperatura máxima y la mínima, puesto que antes era 15 grados y ahora es de 8 y con eso la fenología del cultivo cambia sobre todo en la floración del café y con ello las plagas producen más daño en el cultivo.
Para finalizar puntualizó en que se sigue teniendo roya, pero el productor ha tomado conciencia de aplicar un manejo integral de cultivo, sin embargo, permanece esa incertidumbre de lo que pase el próximo año con el clima o las lluvias, por eso el productor debe capacitarse para que los efectos de las plagas sean menores.