Más migrantes han empezado a llegar al asentamiento irregular que se instaló a la orilla del río Coatán, así como en el malecón y que se dio a conocer a través de Diario del Sur a mediados del mes de diciembre.
Este asentamiento empezó con un promedio de 10 familias, ahora se pueden observar otras 10 familias más, que han llegado a instalarse en este espacio.
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Los migrantes se han posicionado de esa área por la falta de recursos para rentar un cuarto o pagar una habitación de hotel como lo hacen otros extranjeros que están de paso o esperando su trámite migratorio en Tapachula.
En este lugar hay migrantes de Honduras, Salvador, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Colombia y Haití que están esperando una cita en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados e Instituto Nacional de Migración, que será para los tres primeros meses el próximo año.
Víctor Rodríguez, venezolano, comentó que ellos llegaron a este lugar porque no tienen otra opción, ya que el parque central Miguel Hidalgo no puede cocinar y no puede acostarse en las mañana porque no lo permiten los policías municipales.
“Nos venimos para acá para no molestar tanto a la comunidad, así como a los funcionarios que están realizando su trabajo, pues así hay menos trajín para nosotros y menos trabajo para los uniformados”, expresó.
Añadió que ellos seguirán en ese lugar mientras arreglan su proceso migratorio en México y puedan seguir su camino en busca de llegar a los Estado Unidos, para tener una mejor oportunidad de vida a la que tienen en Venezuela.
Considera que más familias puedan llegar a este espacio en los próximos días, porque los procesos migratorios son muy tardados y los personas se quedan sin dinero para pagar renta.
Precisó que llevan un mes a la orilla del río Coatán, que empezaron 10 familias, ahorita ya son el doble y es muy probable que sigan llegando más a este lugar por la falta de recursos económicos.
Jennifer López, venezolana que viaja con su pareja, su hermanos y su sobrina, mencionó que ahí no los molestan las autoridades y pueden realizar sus actividades personales sin ningún problema.
Detalló que a la orilla de río se siente más segura, ya que en el centro tenía temor que le pasara algo, porque pasaban personas tomadas o bajo los efectos de alguna droga y la molestaban a ella, así como a las demás mujeres.
“Acá se puede estar tranquilos, lo único que estamos a expensas que nos pegue alguna enfermedad o que llueva y se desborde el río, pero primero Dios no ocurra eso”, abundó.
Además se ahorran mucho dinero en cuanto a su aseo personal, ya que les cobraban 20 pesos por persona para poder bañarse y ahí donde están se pueden bañar las veces que quieran sin gastar nada.
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Puntualizó que hasta el momento no ha llegado ninguna autoridad a molestarlos, porque considera que ellos tampoco molestan, a diferencia de cuando estaban en el parque central Miguel Hidalgo de Tapachula.
