En las últimas semanas, los pobladores de varias colonias del sur y norte de Tapachula han sido testigos de la aparición de pintas en bardas que demarcan el territorio de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio-18 (B-XV3), reflejan una creciente presencia y organización de estas bandas en la región.
A pesar de que no se ha registrado ningún homicidio relacionado con pandillas en los últimos seis meses, ambos grupos siguen activos y sirviendo a organizaciones criminales mayores.
De acuerdo con datos de autoridades, existe una posible expansión de las pandillas MS-13 y Barrio-18 originarias de El Salvador hacia Chiapas, las cuales podrían estar vinculadas con las campañas antipandillas en Centroamérica, lo que ha obligado a muchos pandilleros a migrar.
Desde finales de 2022 y a lo largo de 2023 y 2024 se ha observado un incremento en las denuncias de extorsión en la Costa de Chiapas. Este fenómeno sugiere que la presión ejercida por las autoridades centroamericanas ha desplazado a los pandilleros, quienes ahora buscan nuevos territorios y fuentes de ingreso en México.
En el último año, conductores y propietarios de empresas de transporte público en Chiapas han denunciado un aumento en los intentos de extorsión por parte de delincuentes centroamericanos.
En respuesta, la Fiscalía General de Chiapas abrió 122 investigaciones en octubre del año pasado contra miembros de la MS-13 y Barrio-18.
Entre enero y septiembre de 2022, las autoridades detuvieron a 148 presuntos pandilleros en Chiapas, de los cuales, 61 eran mexicanos, 50 salvadoreños y 15 hondureños.
Para enfrentar esta problemática, la policía de Chiapas ha creado una fuerza especial antipandillas y ha desplegado a los elementos en la zona Costa.
A pesar de estos esfuerzos, la actividad de las pandillas persiste. La MS-13 y Barrio-18 son las pandillas más fuertes de Centroamérica, con decenas de miles de miembros.
La campaña antipandillas en El Salvador ha llevado a la prisión a más de 60 mil pandilleros, lo que ha provocado la huida de muchos de ellos hacia México.
Históricamente, la presencia de la MS-13 en Tapachula ha sido de tránsito, pero la reciente estrategia ofensiva contra ellos en El Salvador los ha obligado a buscar refugio y nuevas oportunidades en México.
En lo que va de este 2024, los habitantes de las colonias del suroriente y poniente de Tapachula han visto un resurgimiento de las pintas de barda con las siglas de MS-13 y Barrio-18.
Este año, el Grupo Antipandillas de Chiapas ha asegurado solo a 10 integrantes de estas bandas. Sin embargo, las pandillas han cambiado su modus operandi, ahora colaboran directamente con los cárteles de la droga en Tapachula.
Las guerras entre pandilleros han cesado y los conflictos ahora son entre cárteles, con los pandilleros actuando como operadores de estas organizaciones criminales, por lo que la situación en Tapachula refleja un cambio en la dinámica del crimen organizado en la región con las pandillas MS-13 y Barrio-18, adaptándose a nuevas realidades y estructuras de poder.
Las autoridades locales enfrentan el desafío de contener esta expansión y garantizar la seguridad de los ciudadanos ante la creciente amenaza de las pandillas y su colaboración con los cárteles de la droga.
