El padre Heyman Vázquez, de la parroquia de San Andrés Apóstol en el municipio de Suchiate, lanzó un llamado urgente para enfrentar la grave situación que se vive en la frontera sur de México y quitarle el control al crimen organizado.
“Lo que antes era un paso relativamente seguro ahora está en manos de la delincuencia. Secuestran, extorsionan, cometen asesinatos... y todo esto sucede a plena luz del día, frente a las autoridades, quienes no actúan”, expresó el sacerdote durante una entrevista para Diario del Sur.
Añadió que el crimen organizado incluso administra el ingreso de migrantes a territorio nacional, cobrando por alojamiento y servicios, lo que convierte su travesía en un negocio lucrativo para las redes criminales.
Precisó que la Iglesia ha sido un punto de apoyo para los migrantes en esta región, ofreciendo ayuda humanitaria. Sin embargo, el padre Vázquez advirtió que los riesgos para quienes buscan cruzar la frontera o permanecen en Tapachula por la violencia que se vive son graves.
El párroco de la frontera sur criticó la falta de un plan de seguridad efectivo por parte de las autoridades mexicanas federales, estatales y municipales, señalando que garantizar la paz y la seguridad es trabajo de todos.
“Lo que vivimos aquí es un estado fallido; no hay orden ni seguridad. Las personas no saben a quién acudir porque todos parecen cómplices de los delincuentes que operan impunemente, e incluso parece que están coludidos”, afirmó.
Sobre los recientes hechos ocurridos con el secuestro de migrantes y el asesinato de un venezolano en Tapachula, señaló que se trata de un problema grave que debe investigarse para brindar información clara de lo que está sucediendo, ya que hasta el momento no se sabe con certeza qué está pasando.
El sacerdote no descartó que la única solución viable para establecer la seguridad y detener la violencia sea la intervención de fuerzas extranjeras, como las de Estados Unidos, ante la inacción de las autoridades mexicanas a nivel federal, estatal y municipal.
“Puede sonar descabellado, pero viendo cómo están las cosas con la violencia, parece la única salida. Aquí nadie actúa con firmeza y todo va de mal en peor”, puntualizó.