A pesar del impacto de las dificultades económicas, las familias tapachultecas persevera la celebración de las festividades navideñas y de fin de año, resguardando con devoción y afecto las arraigadas tradiciones como las posadas y la creación de nacimientos para el Niño Dios.
En medio de un contexto de inflación y precios elevados, muchos habitantes de Tapachula enfrentan problemas económicos significativos. Sin embargo, las tradiciones, costumbres y el valor que tienen las festividades decembrinas inspiran a algunas familias a adaptarse y encontrar maneras de mantener vivas estas expresiones culturales que son una parte integral de la identidad tapachulteca.
Lupita Madrid, mencionó que la realidad económica actual no disminuye el espíritu festivo que envuelve a las familias en estas fechas llenas de tradiciones y fe religiosa, “Aunque el costo de vida se ha vuelto más caro para muchas familias, algunos optan por ajustar sus gastos y redistribuir de recursos con el fin de continuar con estas tradiciones que fomentan la unión familiar y la convivencia”, expresó.
Añadió que los nacimientos del Niño Dios, cuidadosamente elaborados y decorados con esmero, siguen siendo un símbolo central de estas festividades para los tapachultecos, quienes a pesar de las dificultades económicas, demuestran un compromiso ferviente en mantener viva la esencia y el significado de la Navidad a través de estas representaciones religiosas.
Elida Nolasco, narró que las posadas, con sus cánticos, rezos y la recreación simbólica del peregrinaje de María y José en busca de posada, continúan siendo un momento de comunión y fe para la comunidad.
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Dijo que las familias se reúnen para compartir, reflexionar y fortalecer lazos en estos encuentros llenos de tradición y religiosidad para las familias que hacen estas festividades en estas fechas, pero la tecnología que están consumiendo a las familias es otro factor que afecta la convivencia.
“La resiliencia de las familias tapachultecas brilla en su capacidad para preservar estas tradiciones, pues el espíritu festivo no se ve empañado por los retos financieros, ya que los ciudadanos demuestra una determinación indeleble en mantener viva la esencia y el valor cultural de estas fechas”, externó.
Destacó que la pérdida de los valores es otro factor que está haciendo que las tradiciones se pierda, pues antes esto venían desde los abuelos, tías, papás y la familia, pero hoy todos están metidos en la tecnología
Puntualizó que hay tapachultecos que siguen manteniendo estas tradiciones, porque son una herencia que vienen de generación en generaciones y que no tan fácil se perderán por problemas económicos, ya que se adaptan al presupuesto y los convivios son más simbólico, no de derroche de dinero.