Aunque el llamado barrido sanitario casa por casa ha sido un método que la Secretaría de Salud en Chiapas ha implementado para detectar posibles casos de contagios de Covid-19, es importante señalar que muchos de los que ahí participan al parecer no están siguiendo los lineamientos específicos que el programa requiere.
Y es que algunos de los jóvenes que realizan las encuestas solamente se dedican a preguntar el cuántos habitantes hay en cada hogar y sus edades sin indagar específicamente si tienen alguno de la sintomatología del llamado coronavirus o se padece alguna enfermedad concomitante que establecer al entrevistado o su familia como población de mayor riesgo.
Flor de María N, madre de familia del fraccionamiento Buenos Aires señala que únicamente cuestionaron las edades de los cuatro miembros de su familia, sin siquiera preguntar algo más, cuando ella padece cáncer y su madre falleció de SARS.-CoV-2 en mayo de 2020, contagiándose del padecimiento su esposo e hijas. Situación que ella dio directamente a conocer a la joven entrevistadora, caso contrario no se había asentado en el barrido.
La misma situación ocurrió con Augusto N del fraccionamiento Buenos Aries a quien también solo le preguntaron cuántas personas habitaban en la casa y el género de los mismos, por lo qué el le aclaró a la joven entrevistadora que en esa casa vivían tres personas con diabetes, dos obesos y uno con hipertensión, padecimientos estrechamente vinculados a complicaciones al contagio de Covid-19, sin embargo, no hubo revisión alguna ni nada más.
Otra de las entrevistadas Sara “N” del fraccionamiento La Antorcha, señala que a su hogar llegaron primero dos jóvenes una enfermera y una migrante, ambas preguntaron las edades de los habitantes de casa y si tenían algún familiar que estuviera enfermo de algún padecimiento respiratorio, asma, gripa, tos o fiebre para luego de la breve anotación retirarse, sin siquiera tomarle la temperatura a ello o a algún miembro de la familia. Posteriormente, con un lapso no mayor de 20 minutos se presentó un médico joven quien explicó la necesidad de otorgar datos reales en la encuesta a lo que ella respondió que sería importante adiestrar a los encuestadores un poco más para poder obtener respuestas reales de la enfermedad, así como que por lo menos se tomara la temperatura a todos los miembros del hogar.
Finalmente, Claudia N, madre de familia en la colonia centro sobre el par vial, indicó que por su cuadra pasó una joven preguntando, en el caso de su hogar por las edades de quienes lo habitaban y cuántos eran, le proporcionó los datos y la joven simplemente dijo "gracias" y se fue, no le dieron indicaciones de nada, ni un número de teléfono y tampoco les tomaron la temperatura ni le preguntaron si había alguien enfermo.
Estos reportes han hecho pensar a la población que el programa de barrido casa por casa podría en realidad no arrojar datos reales ni tiene más funcionalidad que usar al personal para fingir que están trabajando.
Mientras, del citado programa anunciado con bombo y platillo por el Distrito VII de Salud nadie da a conocer los resultados, lo que la población considera algo necesario a transparentar para realmente saber cómo está viviendo la sociedad en general, mientras de enero a la fecha se vienen observando en las cifras que maneja la Secretaría de Salud el incremento de muertes y contagios.