El ayuntamiento de Cacahoatán que preside Julio Calderón Sen se ha desentendido del tema de recolección de basura, y con el argumento de que ya no hay recursos económicos dejó en sus subalternos la responsabilidad.
Por lo que desde hace algunas semanas en el municipio se observan montones de basura que crecen cada día, empleados trabajan en triciclos y pequeños carros para tratar de levantar los residuos, pero sus esfuerzos son insuficientes, ya que las unidades recolectoras están descompuestas.
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A las múltiples quejas de la ciudadanía que reclama la conclusión de obras de estructura que quedaron abandonadas desde antes del inicio de las campañas electorales, falta de alumbrado público, hoy se suma el marcado reclamo de la recolección de basura porque prácticamente en Palacio Municipal nadie atiende las denuncias.
Jose "N", habitante de este municipio, afirmó que a diferencia del inicio de la administración cuando todo parecía habría una administración eficiente, hoy la imagen es de un municipio abandonado y olvidado por sus autoridades locales, los regidores ni la sindico hacen alto por llamar a cuentas al alcalde que también mudó de residencia para adquirir un nuevo hogar en Tapachula, lejos de Cacahoatán.
Dijo que las pocas unidades recolectoras de basura que dieron el servicio por más de dos años y medio de esta administración municipal, están descompuestas y casi inservibles abandonadas en el patio trasero de la Unidad de Protección Civil Municipal sin que haya avisos de que pudieran estar siendo reparadas.
"Es evidente que no hay recolección de basura, los empleados que buscan conservar el empleo recogen los desechos de las céntricas calles con unidades habilitadas pero que no se dan abasto porque se ha acumulado los desechos generados en casa por más de una semana", abundó.
Puntualizó que irresponsablemente el ayuntamiento descarga su conciencia y la acumulación de basura cuando las lluvias arrastran la basura hacia los ríos y la parte baja de la cabecera municipal, sin embargo, muchos de estos desechos quedan atorados dando un imagen negativa y de contaminación a Cacahoatán que se había caracterizado por ser la “Villa de las Hortensias”, limpia y con paisajes atractivos.