Usuarios del Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula, que acuden a pagar sus cuentas del recibo del agua a la sucursal que se encuentra a unos metros del edificio consular, conocido como el “palacio de los zopilotes”, denunciaron que aún con el incremento por el servicio, la ciudad está llena de fugas de drenaje, que atentan con la salud de la población.

Precisamente a escasos 10 metros de esta oficina, hay dos registros de drenaje rebasados, cuyas aguas negras se escurren por la avenida de la 14ª. Norte casi esquina con central poniente, en la que, según denuncias de vecinos, lleva cuando menos una semana sin que la hayan atendido.

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Don Gilberto Gómez y doña Teresa Solís de León, mencionaron que la fuga de drenaje, representa un grave foco de contaminación en pleno centro de la ciudad, lo que, a personas de la tercera edad perjudica sobremanera, ya que están más propensos a sufrir alguna complicación respiratoria por la contaminación.

Expresaron que las autoridades no deben tardar tanto tiempo en atender este tipo de desperfectos en la vía pública, ya que este lugar es muy frecuentado por los usuarios del Coapatap así como a las personas que llegan a hacer sus trámites en el registro civil que se encuentra en el conocido edificio consular.

Las coladeras que tapan el registro de este drenaje son superadas por los borbotones de aguas negras, lo que ha originado un encharcamiento constante y contaminante en esta zona, y que los automóviles pasan con velocidad, ensuciando a los transeúntes que esperan el semáforo para pasar o que hacen tiempo para abordar el transporte público.

Muy cerca de ese registro colapsado se encuentra una tienda de conveniencia, un gimnasio, una coctelería, un negocio de copiado y por supuesto las oficinas del organismo de agua potable municipal por lo que los inconformes reiteraron el llamado a atender este foco contaminante.

Puntualizaron que los olores son insoportables a cierta hora del día, lo cual podría provocar una situación mayor de enfermedades, debido a que las partículas contaminantes viajan a través del aire, dañando la salud de las personas que viven o trabajan cerca ya que lo están aspirando constantemente.