Cooperativas pesqueras del litoral chiapaneco enfrentan una de las peores crisis económica de los últimos años derivado de la baja producción de peces en agua del Pacifico Mexicano, aunado al incremento de pescadores clandestinos, quienes sustraen los pocos pescados que hay en la zona.
Lee también: Denuncian falta de vigilancia y alumbrado público en Obregón
La presidenta de la Sociedad Cooperativa de Bienes y Servicios de Pesca Suchiate-El Gancho, Sabina Morales Villatoro, afirmó que la presencia de pescadores clandestinos ha aumentado de manera significativa en los recientes meses, lo que pega fuertemente en el bolsillo de las familias que por años se han dedicado a esta actividad.
Dijo que los pescadores piratas, son personas que viven en las comunidades cercanas al litoral chiapaneco, quienes sin contar con los permisos realizan la sustracción de peces, situación ha propiciado a la migración de sus agremiados que ante la falta de productividad, buscan otros medios para subsistir.
Señaló que las cooperativas pesqueras legalmente establecidas emiten pago de impuestos, tenencias y explotación del producto, mientras que el pirataje trabaja sin restricciones y se presume que realizan estas actividades en complicidad con los inspectores ya que hay denuncias que nunca han sido resueltas.
"Los pescadores del litoral chiapaneco estamos lidiando con una de las peores crisis económicas debido a que hay muchos dueños de parcelas de comunidades que sin permiso llegan a pescar de manera clandestina y se llevan el poco producto que hay en la zona, violando todos los reglamentos y afectando a las cooperativas", sostuvo.
La entrevistada puntualizó que en el caso de la cooperativa que dirige solo cuenta con 22 pescadores cuando antes eran más de 50, debido a que la mayoría ha abandonado está actividad por la escasez de producto, además porque competencia desleal no les permite tener rendimientos y apenas sustraen para el autoconsumo y una comercialización local.
Finalmente exigió a las autoridades marítimas de Puerto Chiapas generar condiciones de seguridad, vigilancia y patrullajes, ya que recientemente han recibido amenazas de muerte de parte de los piratas cuando los pescadores les reclaman su proceder, por lo que tienen miedo de sufrir represiones por defender su actividad.