El tortuguismo, tramitología y falta de personal aduanal en las oficinas del Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX), de Tapachula genera diariamente largas filas de emprendedores, empresarios, artesanos o comerciantes que envían sus productos al centro del país.
Y es que forzosamente por ser frontera tienen que tramitar la autorización de sellos ante el SAT que tiene para su atención a dos personas por turno que realizan el trámite de verificación, regulación, restricción, pago de impuestos y supervisión del embalaje antes de autorizar el envío.
Eduardo Briones Escobar, editor en jefe del programa editorial Soconusco Emergente, afirmó que los problemas que se generan en esas oficinas provocan que las personas tengan que perder en ese tramite un día o en el peor de los casos un día y medio para cumplir con el requisito, esto es generalizado para un documento, una taza hasta paquetería de gran volumen que se envían a otras partes del país.
Dejó en claro que la inconformidad no es por no cumplir con los lineamientos, sino porque el trámite es lento por la falta de personal, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades como en Tuxtla Gutiérrez o la Ciudad de México donde no se realiza este protocolo que implica además de la pérdida del tiempo, riesgos de contagio por la pandemia, pues no se siguen los protocolos biosanitarios.
Lee también: Abogados piden agilizar trámites tras apertura de oficinas
Expuso que es necesario que la autoridad aduanal tome cartas en el asunto, que se resuelva el problema de las grandes filas y la deplorable atención que existe por la falta de personal, ya que una sola oficina del SAT con dos personas implica deficiencia en la atención, como ejemplo se deberían tomar lo que hacen las empresas de paquetería que en Tapachula tienen distintas oficinas para la atención.
Detalló que las kilométricas filas en espera de atención podrían minimizarse con más personal o con la apertura de otras oficinas con la misma función en otras partes de la ciudad, lo que beneficiaría a emprendedores y empresarios que tienen que forzosamente comercializar su mercancía en otras partes del país para sobrevivir en esta difícil crisis provocada por la pandemia.
Puntualizó que el trámite para lograr el selló aduanal es un largo proceso que implica la vigilancia de los agentes, porque en esa oficina se registra y documenta el producto que se va a enviar, una vez que se superó este trámite se autoriza embalar el producto allí mismo y una vez que esto ocurre nuevamente se tiene que regresar con el producto embalado para que le coloquen los sellos correspondientes.
"Este proceso lento, tedioso y largo provoca las largas filas, perder el tiempo y obviamente esto entorpece la cadena de valor en la economía, Tapachula merece mejor trato de las instituciones para aquellos que con su trabajo diario son el motor de la economía, es necesario facilitar el proceso ya sea con más personal o más oficinas para la atención, concluyó.