La pérdida de diversidad biológica es una preocupación creciente que afecta gravemente los suministros de alimentos y nuestro sistema terrestre, indicó Jordán Alvarado Robledo, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
Señaló que esta problemática no solo compromete la estabilidad de los ecosistemas, sino también la seguridad alimentaria a nivel nacional, estatal e incluso municipal por todos los cambios que hay con el medio ambiente.
Alvarado Robledo destaca que la desaparición de especies vegetales y animales ha llevado a la degradación de la cubierta vegetal, una herencia esencial para las generaciones futuras.
Alvarado Robledo destaca que la desaparición de especies vegetales y animales ha llevado a la degradación de la cubierta vegetal, una herencia esencial para las generaciones futuras.
“Nos hemos terminado la cubierta vegetal de nuestros tataranietos y nos encontramos a borde de un colapso total de acuerdo a varios especialistas que estudian estas afectaciones en el planeta”, expresó el investigador del Ecosur.
Añadió que la cubierta vegetal actúa como un pilar fundamental para la estabilidad de los ecosistemas, proporcionando hábitats para la vida silvestre y desempeñando un papel crucial en la regulación del clima y el ciclo del agua que también están afectados.
Precisó que uno de los factores de esos cambios climáticos, lo pudieron vivir y sentir los tapachultecos que sufrieron por las fuertes temperaturas que se registraron en la temporada de estiaje e incendios.
Destacó la importancia de considerar la explosión demográfica como un factor clave en esta crisis, pues ese crecimiento desmedido no solo aumenta la demanda de alimentos, sino que también incrementa la explotación de tierras y recursos naturales, acelerando la degradación ambiental.
“Actualmente somos un promedio de 7 mil 500 millones de habitantes, tenemos los embates del COVID-19 y el cambio climático que se está agudizando, lo cual, agrava aún más la situación”, abundó el investigador.
Enfatizó la necesidad de adoptar medidas urgentes y coordinadas entre autoridades, investigadores, especialistas y ciudadanos para la conservación de la biodiversidad que debe ser una prioridad global de todos.
Puntualizó que la pérdida de diversidad biológica representa una amenaza significativa para los suministros de alimentos y el sistema terrestre por lo que se debe tener un enfoque integral que considere factores demográficos, sanitarios y climáticos, para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Cabe mencionar que los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los productos de la naturaleza sirven de base a industrias tan diversas como la agricultura, la cosmética, la farmacéutica, la industria de pulpa y papel, la horticultura, la construcción y el tratamiento de desechos.
De acuerdo con fuentes del gobierno federal, se han identificado casi 2 millones de especies, en su mayor parte criaturas pequeñas, por ejemplo, insectos. Los científicos reconocen que en realidad hay cerca de 13 millones de especies, si bien las estimaciones varían entre 3 y 100 millones.
La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado. Los cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales, determinan la singularidad de cada individuo y de cada especie.