De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se estima que en México se perderán más de 3 millones de fuentes de trabajo, así como la reducción de salarios y horas de ocupación debido a la pandemia del Covid-19, situación que se recrudece en la frontera sur, en donde la falta de oportunidades económicas ha sido una constante.
El secretario General de la Federación Obrera Revolucionaria del Estado de Chiapas, Teodoro Vázquez Castillo, dio a conocer, que lamentablemente en Tapachula cientos de tapachultecos del sector formal han iniciado la nueva normalidad desempleados, ya que debido a los daños colaterales del Coronavirus fueron despedidos de su centro de trabajo.
Dijo, que debido que las medidas preventivas que se tomaron desde el pasado 23 de marzo en algunos comercios no esenciales provocaron una crisis económica en el sector comercial y empresarial, lo que generó el despido de empleados, por lo que este escenario pone en aprietos a los trabajos y sus familias.
Señaló, que se estima que durante la pandemia en Tapachula más de mil empleos formales se han perdido, sin embargo, estas cifras podrían aumentar ya que a decir de las autoridades de salud aún faltan 3 semanas de alto contagio de Covid-19, lo que provocará que las medidas preventivas mantengan a cientos de comercios con sus cortinas abajo.
Detalló, que en la ciudad cientos de trabajadores y sus familias, tienen una incertidumbre angustiante, pues como nunca antes viven una situación muy delicada, dada la ausencia de apoyo del gobierno federal y el cierre de empresas por la amenaza de contagio de la enfermedad del coronavirus.
Agregó, que el escenario para los trabajadores y sus familias es alarmante, ya que al no tener ingresos los ha limitado a realizar la compra de sus productos básicos, así como los pagos de renta, la luz, el agua y otros servicios, así como préstamos bancarios o de casas comerciales, por lo que la falta de recursos económicos estaría condenando a miles de familias a no morir por el coronavirus, pero sí de una muerte por hambre o vivir sin los servicios elementales antes mencionados.
Finalmente mencionó que el panorama para las familias se torna complejo ante la insensibilidad del Gobierno Federal ante los daños que ha dejado la pandemia, sin embargo, hizo un llamdo a los legisladores locales y federales a sumarse en unidad para encontrar la mejor estrategia que permita redireccionar el gasto público para que se haga el rescate económico de las familias, tal y como se ha hecho en otros lugares del mundo, donde se acentuó el coronavirus.
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