Tapachula, Chiapas.-Los migrantes centroamericanos, extracontinentales, haitianos y cubanos mantienen la preocupación por la falta de atención y tardanza en la respuesta a sus gestiones para obtener los documentos que les permitan transitar hacia la frontera norte del país con los Estados Unidos; hay desesperación por la falta de recursos económicos para solventar sus propias necesidades, pero sobre todo, para tratar de ayudar a sus familias que se quedaron en sus lugares de origen.
Nada ha ocurrido desde la visita de diputados federales que viajaron a esa frontera sur de México en busca de atención al problema que enfrentan los migrantes, señaló Aníbal Méndez Mejía, miembro de la agrupación Procentro.
Y es que Tapachula es la sede de miles de migrantes que están a la espera de respuesta de parte de las autoridades de Migración y la Comar, son pocos los extranjeros los que mantienen actividades productivas mientras transcurre el tiempo y obtienen respuesta a sus peticiones de asilo.
José Orlando Farias, hondureño de 23 años de edad, señala, que en los propios albergues donde han buscado refugio hay problemas e impera la ley del más fuerte, ellos se quedan con los mejores espacios, alimentos y relegan a las familias.
Para el migrante centroamericano es difícil obtener un empleo y cuando existe alguna oportunidad de trabajo no se puede acceder a ella porque carecen de documentos, por esa razón se puede observar a decenas de centroamericanos en los parques, en las entradas de los centros comerciales y tiendas de autoservicio pidiendo una moneda para poder subsistir.
Esta situación ha generado una crisis entre los miles de centroamericanos que esperan una oportunidad y ante la cerrazón de las autoridades, ven en el suicidio una salida para su situación desesperada pues muchos de ellos no tienen un espacio dónde dormir y pasan a veces días sin comer. Algunos otros han encontrado en el alcohol, un refugio para olvidar su situación.