El gobierno de Guatemala desplegó a militares en la frontera con México, como parte de las tareas de seguridad nacional y en parte por la reciente medida de restricciones por la pandemia del Covid.
Y es que en el decreto presidencial emitido apenas el pasado viernes, el presidente Alejandro Giammattei da facultad a la Policía Nacional Civil y al ejército de este país para realizar detenciones de personas que no acaten las medidas sanitarias, así como disipar aglomeraciones de personas o protestas.
Los militares chapines han tomado la comunidad El Carmen, limítrofe con Talismán, del lado chiapaneco, y del puerto fronterizo que divide a ambos países.
Te puede interesar: México y Guatemala simulan protección a la frontera
Se trata de la brigada de montaña de San Marcos, denominada así por las tareas encomendadas en este departamento cubierto por zonas elevadas que permiten a traficantes y tratantes de personas operan sin ser descubiertos.
Los soldados portan armas de grueso calibre y recorren este sitio en el que a diario cruzan cientos de personas hacia o desde México.
El despliegue, según el gobierno guatemalteco, obedece a tareas específicas de dispersión de aglomeraciones y seguridad nacional, por lo que en el momento que alguna de estas situaciones se registre pueden entrar en acción con la facultad de las leyes de este país.
Aunque la presencia militar se ha mantenido desde inicios de año, en esta ocasión se observa aún más despliegue de soldados chapines que están en tareas de resguardo nacional.
Junto a estos militares, también algunos elementos de la PNC patrullan el sector y la franja que comparten con Chiapas, para detectar posibles ilícitos.
Sin embargo, los balseros siguen operando debajo del Río Suchiate, situación que también compete a México pero no toma ninguna medida o acción de seguridad en torno a esto.
Pese a que haber actuación en torno a quienes ingresar a territorio mexicano, los soldados guatemaltecos brindan un aire de seguridad en este cruce fronterizo, donde México se mantiene indiferente y da paso libre al virus y cualquier tipo de ilícito.
La brigada de montaña también tiene presencia en la frontera que comparten con Motozintla y otros municipios de la Sierra Mariscal de Chiapas, donde el delito más común es el trasiego de gasolina proveniente de aquel país.