Ante la problemática migratoria que agobia a la frontera sur de Chiapas con los miles de migrantes entre centroamericanos, extra continentales y caribeños que se encuentran varados por su trámite migratorio. Activistas en derechos humanos denunciaron el incremento de la venta de documentos apócrifos expedidos presuntamente por agentes y ex agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
José Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, afirmó que en estos últimos meses, docenas de migrantes han sido detenidos en el Aeropuerto Internacional de Tapachula (AIT) con la intención de abordar un vuelo y facilitar su traslado hasta la frontera norte para poder cruzar a los Estados Unidos, pero han sido detenidos por la portación de documentos falsos.
Los migrantes que han sido detenidos, han sido engañados por gente mexicana que aprovechándose de su necesidad de salir de Tapachula, aceptan pagar hasta mil dólares por estos documentos sin valides, ya que al momento que son enganchados por estos falsos gestores, estos les dicen que con cierto documento podrán llegar a los Estados Unidos, lo cual es mentira.
En este sentido, el activista exhortó a los migrantes a no dejarse engañar ya que la única manera de salir de Tapachula es con documentos legales, por lo que deben acudir a las oficinas de regulación del INM que se ubican en la zona sur de Tapachula, esperar el tiempo que les determinan para poder seguir con su proceso migratorio, por lo que pidió a no hacer uso de abogados, ya que todo se trata de una vil mentira.
Con base a un censo realizado por el Centro de Dignificación Humana, en Tapachula se tiene un registro de más de 85 mil migrantes en la espera de dar solución a su trámite migratorio, y aunque algunos llevan varios meses en el municipio, aún conservan la esperanza de que se les entregue su documento a pesar de que no tengan dinero para comer.
Por último Villagrán Gómez, responsabilizó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y el INM por el incremento de la venta de documentos apócrifos, ya que si el proceso de su regulación fuera más acelerado, la presencia de los falsos gestores sería casi nula.