El 22 de agosto se celebra en México y en muchos países de América Latina el Día del Folklore, una jornada destinada a preservar y promover las tradiciones, costumbres, danzas, música y expresiones culturales que forman parte del rico patrimonio de México.
En este contexto, la danza se destaca como una de las formas más importantes de expresión del folklore mexicano. Practicar danzas tradicionales como el jarabe tapatío, la danza de los viejitos o la danza del venado no solo contribuye a la preservación cultural, sino que también ofrece beneficios significativos para la salud física y emocional.
El jarabe tapatío, reconocido como el "baile nacional" de México, es una danza que combina movimientos vigorosos y una coordinación precisa, lo que lo convierte en un ejercicio cardiovascular excelente. Por su parte, la danza de los viejitos, originaria de Michoacán, es ideal para mejorar el equilibrio y la agilidad, mientras que la danza del venado, tradicional entre los yaquis, es una forma de meditación activa que requiere fuerza y resistencia.
Además de ser una actividad física completa, la danza folklórica tiene un impacto positivo en la salud mental, ayudando a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el sentido de comunidad y pertenencia. Bailar regularmente no solo fortalece el corazón y mejora la circulación, sino que también incrementa la flexibilidad y el equilibrio. Dependiendo de la intensidad, una hora de danza folklórica puede quemar entre 300 y 500 calorías.
En este Día del Folklore, es importante recordar que el folklore no es solo una forma de mantener vivas nuestras tradiciones culturales, sino también una vía para mejorar nuestra salud física y mental a través de la danza. Por ello, celebrar este día bailando al ritmo de nuestras raíces es una manera de honrar nuestra herencia cultural mientras cuidamos de nuestro bienestar.