El dolor de hijos ausentes: padres que no celebran su día

Estas historias de vida nos dejan saber que también los hombres sufren por el abandono de quienes más aman

Marvin Bautista | Diario del Sur

  · domingo 18 de junio de 2023

Don Rogelio vende periódicos y aunque tres hijos lo olvidaron su hija y esposa lo alientan a seguir/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur

Don Jorge Luis tiene 68 años de edad, es padre de tres hijos, sin embargo, se encuentra solo sin que nadie vele por su salud, ni que lo ayuden a atender o subsanar sus necesidades básicas en casa.

Dijo que vivir solo es complicado, pero con el paso de los años ha tenido que adaptarse, desde preparar su comida, lavar su ropa, velar por su salud cuando se enferma y también preparar sus manjares, producto que comercializa todos los días en la vía pública para cubrir sus gastos básicos.

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"La soledad duele más que estar en prisión, porque no tienes con quien platicar; si te enfermas no hay quien vele por tu salud, ni siquiera hay quien te pase un vaso de agua o te prepare un té, es muy complicado, pero ni modos esta vida nos tocó", abundó.


"La soledad duele más que estar en prisión, porque no tienes con quien platicar"/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur


Señala que la vida de los padres es como la de los pájaros, crías a los hijos y cuando crecen se van y se olvidan de quienes dieron todo por ellos cuando estaban pequeños, pero ni modos no queda de otra que aceptar esta realidad.

Reconoció que lamentablemente, la juventud ha perdido el amor y el respeto a los padres, ya que una vez que crecen y forman su familia, ellos se vuelven su prioridad, ya que a pesar de que cuenta con tres hijos, dice que casi no lo frecuentan.


Remarcó que la celebración del Día del Padre para él es igual que otro día, por lo que tiene que levantarse como todos los días a las 2:30 de la mañana a preparar su producto para salir a venderlo, de lo contrario no contará con dinero para su comida.



"Pasaré el Día del Padre trabajando, no queda de otra, ya que rara vez mis hijos llegan a visitarme, no puedo decirles nada porque ellos tienen su familia, y pues llegan que bien, tampoco puedo correrlos, sin embargo, siempre lo paso solo", acotó.

Señala que la vida de los padres es como la de los pájaros/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur

“No tengo que celebrar; la vida me arrebató a mis hijos”


Don Carmen de la Cruz, de 78 años de edad, vive en situación de calle en Tapachula, sin embargo, su historia es muy peculiar, ya que la vida le arrebató el privilegio de ser padre, incluso, desde muy niño él fue abandonado por sus padres.

Con voz entrecortada y con singular narración, don Carmen contó que él tenía su esposa y cuatro hijos, pero desafortunadamente, por diversas circunstancias todos perdieron la vida, lo que generó que su mundo se derrumbara.



"Hace unos años fui padre de cuatro hijos, pero la vida me arrebató ese privilegio, pero dios sabe el por qué, así que sigo mi vida, pero con el corazón destrozado, porque no es nada fácil, no se le desea a nadie lo que yo viví", abundó.

Dijo que vivir solo y en situación de calle no es nada fácil, ya que tiene que salir todos los días a pedir una ayuda a la gente, quienes muchas veces lo ven con indiferencia, pero la vida no le ha dejado otra opción.


Don Carmen contó que él tenía su esposa y cuatro hijos/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur


Señaló que la soledad es muy complicada, más a su edad, ya que las enfermedades y achaques son una constante, el no tener a alguien que vele por él es sin duda muy doloroso.

"Extraño a mis hijos y más ahora en la condición en la que estoy, porque en ocasiones me enfermo y no tengo ni quien me pase un vaso de agua o me lleve al doctor, esta situación en la que vivo hace más dolorosa la vida", sentenció.

Don carmen tiene problemas de próstata y complicaciones en su ojo izquierdo, pero debe salir todos los días a pedir una moneda a las calles, de lo contrario no comería en días, ni tendría para comprarse algún medicamento, ya el abandono y la soledad se han convertido en su única compañía.

La drogadicción me alejó de mis hijos: don Manuel


Don Manuel González, de 64 años de edad, es una persona en situación de vulnerabilidad, donde la calle se ha convertido en su hogar y la soledad en su compañera de vida, ya que desde hace años su familia lo abandonó a causa de su problema de drogadicción.

Originario de El Salvador, país que abandonó desde hace más de 30 años con la intención de buscar el "sueño americano", cuenta que a él no le fue bien y tuvo que quedarse en Mexicali, Baja California, en donde pasó en las calles el mundo de la drogadicción.


Don Manuel González, es una persona en situación de vulnerabilidad/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur


Con nostalgia y un rostro embargado de tristeza, don Manuel narra que por su adicción perdió a su familia (esposa e hijos) y ahora a pesar de que se arrepiente no puede cambiar su pasado.

"Tengo hijos a los que perdí por culpa de la drogadicción y hoy me arrepiento, pero ya no tengo nada que hacer para remediar el pasado y tengo que aceptar que perdí a mi familia, buscar la manera cómo salir adelante", abundó.



Dijo que la celebración de Día del Padre solo le trae nostalgia y tristeza, porque Dios le dio la oportunidad y privilegio de serlo, pero por sus malas decisiones y acciones perdió a su mayor tesoro: sus hijos.

Vive solo en un cuarto de renta en Tapachula y para subsistir tiene que vender productos como cotonetes, rasuradoras, focos recargables, pegamentos y demás chacharitas en la calle, cuyos recursos apenas le alcanzan para comprar su comida y cubrir sus necesidades más básicas.


Don Manuel narra que por su adicción perdió a su familia/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur



Con un grave problema de Parkinson, tiene que velar por sí mismo, pero consiente que todo es culpa de sus malas decisiones, "es muy difícil vivir solo y más, así como me encuentro, pero todo es culpa de mis adicciones del pasado, y tengo que aceptarlo", acotó.

Mis hijos tomaron su decisión de alejarse y yo la respeto: don Rogelio


Todos los días, don Rogelio Ovando de 72 años de edad, recorre las calles de Tapachula para vender sus periódicos, ya que desde hace 30 años se dedica al oficio de voceador, labor con la que ha podido salir adelante con su esposa y una de sus hijas.

Con tristeza, recordó que tiene tres hijos, los cuales se olvidaron de él y no lo visitan, aunque los extraña ha respetado la decisión que tomaron, sin embargo, junto con su esposa han podido afrontar la soledad.


Desde hace 30 años se dedica al oficio de voceador/Foto: Manuel Núñez | Diario del Sur


"Los hijos crecen y tienen otras prioridades y pues hay que respetar, al menos tengo en casa a una de mis hijas, pero claro que extraño a los otros, pero nada podemos hacer porque esa es la decisión que han tomado", abundó.

Dijo que la celebración del Día del Padre se la pasará en casa, ya que no le tocará salir a las calles a vender sus periódicos, porque no tiene que celebrar cuando sus hijos se han olvidado de él.



Con su caminar lento por los años que pesan sobre él, don Rogelio, aseguró que seguirá vendiendo sus periódicos hasta que Dios le de las fuerzas, porque a su edad aún tiene que hacerse cargo de su esposa.

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