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A pesar de que la Ley General de Salud contempla de seis a 17 años de prisión para quienes comercialicen u obtengan de manera ilícita tejidos, entre los que se incluye la sangre, en Tapachula existen algunas personas que al observar la desesperación y necesidad de los familiares de pacientes en hospitales públicos y privados, ofrecen "donarla" a cambio de hasta mil 500 pesos.
La necesidad económica que enfrentan las familias y que se ha recrudecido tras la pandemia del Covid-19, ha llevado a los tapachultecos a vender su sangre, pese a ser considerado como un delito federal.
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Tal es el caso de Ramiro, quien se ha convertido en un donador remunerado, ya que vende su sangre desde mil 500 pesos hasta los dos mil pesos, ya que es del grupo O negativo, uno de los tipos de sangre más demandados, pero con mayor déficit en la ciudad.
Contó que la situación económica es complicada, por lo que han encontrado en la "donación" de su sangre una oportunidad para llevar recursos a su familia, sin importar los problemas legales que esta actividad pudiera ocasionarle.
Dijo que él no se oferta en ninguna página de redes sociales, sino que sus mismos familiares o amigos lo buscan para donar cuando tienen alguna necesidad o urgencia médica.
Ramiro aseguró que al año llega a donar hasta en cuatro ocasiones, que es lo permitido por las autoridades de salud, sin embargo, si se pudiera hacerlo más veces lo haría, ya que al final es una forma de obtener dinero para cubrir algunas necesidades básicas.
"La situación económica está complicada y pues no queda de otra, y más cuando hay mucha demanda de sangre, por eso muchas personas que tienen algún familiar y le solicitan de emergencia unidades sanguíneas las buscan y pagan lo que uno les pida", abundó.
Narró que una vez que lo contactan pide de anticipo 500 pesos, y al acudir a donar menciona para quien irá dirigida su sangre, una vez que concluye el proceso lo llevan a comer y le entregan el resto del dinero acordado.
"Hasta el momento no he tenido ningún problema con ninguna persona, porque al final son ellos los que tienen la necesidad y son los que me buscan, porque yo no me ofrezco, afortunadamente mi sangre no presenta ningún detalle y las personas se quedan contentas, porque nadie está dispuesto a donar", sostuvo.
“No hay altruismo, tuve que pagar a donadores”
Jorge hace unas semanas trasladó a su esposa por una urgencia obstétrica al Hospital General de Tapachula, sin embargo su situación de salud se complicó y los médicos le solicitaron unidades de sangre, fue allí donde comenzó su odisea.
Indicó que acudió a los bancos de sangre de la ciudad, pero le informaron que éstas no se venden, que podían prestarle, pero al día siguiente tenía que llevar a sus donadores.
Dijo que pidió apoyo a familiares y amigos para que donaran sangre, pero nadie le apoyó, por lo que alguien les recomendó a dos personas, quienes le pidieron mil 500 por cada unidad sanguínea.
"Recurrí a familiares y amigos, pero nadie me apoyó. Afortunadamente encontré a unas personas que sí lo hicieron, pero tuve que darles mil 500 pesos por unidad. Yo requería dos unidades para mi paciente, y pues no tuve otra opción", abundó.
Señaló que en su caso tuvo que prestar dinero para cubrir el pago de los donadores, ya que a pesar de que les pagó por su sangre, pudo solventar la situación que atravesaba su esposa, quien gracias a Dios salió de su complicación médica.
Reconoció que en la ciudad no hay donación altruista, porque al final hay que pagar por la sangre a las personas que se ofrecen a donar, ya que lamentablemente es la única forma como se puede solventar el problema de salud.
"Pagué tres mil pesos por dos unidades que requería, y agradezco a las personas que me apoyaron porque, aunque sea remunerado, pero me ayudaron, gracias a Dios la salud de mi esposa se restableció, porque lamentablemente nadie dona de manera altruista", sostuvo.
Solo 3 de cada 10 son voluntarios
En Tapachula, la donación altruista de sangre es muy baja y es que de acuerdo con responsables de bancos de sangre, estiman que solo 3 de cada 10 personas que acuden a donar lo hacen de manera voluntaria.
La jefa del Servicio de Transfusión del Hospital General de Tapachula (HGT), Rosa Isela Arellano Melchor, afirmó que la donación que se realiza comúnmente es la de reposición, que es cuando se le proporciona sangre a un paciente en el hospital y posteriormente el familiar repone esa sangre a la institución médica.
Dijo que en Tapachula hay una escasez de donadores, por lo que muchas personas que requieren de unidades llegan a los bancos de sangre para poder comprarlas, sin embargo, se les enfatiza que la sangre, ni sus componentes se venden, solo se les puede apoyar, siempre y cuando traigan a personas a donar.
Señaló que de acuerdo con estimaciones, del 100 por ciento de las unidades que salen de los bancos de sangre solo el 10 por ciento llega a recuperarse, por ello, cuando las personas la requieren por una emergencia no la pueden obtener debido a la escasez.
Detalló que se necesita crear una cultura de donación voluntaria de sangre en toda la sociedad; esto, al mismo tiempo llevará a tener personas sanas con hábitos alimentación sanos, para que en un futuro cercano sean candidatas para donar sangre y puedan ayudar en medio de esta necesidad.
Indicó que de los componentes de la sangre también se obtienen concentrados eritrocitarios, plasma y plaquetas, que se usan de acuerdo con las necesidades o problemáticas que presente cada paciente.
"Invitamos a la población a fomentar la cultura de la donación altruista, en el caso de los hombres pueden donar hasta 4 veces al año y las mujeres hasta 3 veces en el mismo periodo, solo deben de cumplir con algunos requisitos que son proporcionados en el banco de sangre", abundó.
Accidentes y cirugías disparan demanda
Dos de cada 3 unidades de sangre que son solicitadas en hospitales de Tapachula, son para atención de pacientes de accidentes automovilísticos, intervenciones quirúrgicas de emergencia y urgencias obstétricas.
El responsable del banco de sangre "San Agustín", Francisco Esaú Lucas Alfaro, dio a conocer que la demanda de sangre ha crecido debido a este tipo de atenciones, lo que ha generado un déficit en las instituciones públicas y privadas.
Dijo que las instancias de salud requieren de esas unidades de sangre que los familiares se ven en la necesidad de pagar a alguien para que sea su donador, o ir a un banco de sangre a solicitar las unidades.
Señaló que conseguir unidades de sangre para salvar la vida de un familiar es cada vez más difícil, lamentablemente porque no existe la cultura de la donación de sangre, ya que muchos donan solo por reposición o de manera dirigida, es decir, porque tienen programada alguna intervención quirúrgica.
Indicó que la sangre no se puede fabricar, por lo cual se requiere de la donación, ello sin esperar a que algún familiar lo necesite, sino crear la conciencia para asistir de manera altruista, ya que además que se hace un acto de humanismo, también el donante, mediante un estudio, podrá saber de su estado de salud.
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"La demanda de unidades de sangre por accidentes, intervenciones quirúrgicas y urgencias obstétricas es muy alta, sin embargo, hay un déficit considerable porque las personas no donan de manera altruista", resaltó.
Puntualizó que hay muchos tabús que tiene la sociedad en relación con la donación de sangre y prácticamente todas las creencias son equivocadas, debido a que donar sangre es más bien benéfico para la salud de quien dona, y además permite salvar al menos tres vidas.
