La respuesta de la población sobre las medidas de controlar la propagación del Covid-19, ha generado un aspecto positivo para el medio ambiente, ya que se tiene a menos gente usando vehículos, menos emisiones de dióxido de carbono y por lo tanto, se genera menos contaminación.
El Presidente del Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del Sector Privado (CIESEM), Enrique Alberto Vázquez Constantino, afirmó, que en estos momentos el planeta se está tomado un descanso, a partir de que el ser humano no se encuentra en las calles y que ha disminuido al máximo sus actividades comerciales, industriales y de transporte.
Reveló, que el ser humano, es una especie perturbadora para el planeta y lo que se está viviendo con este confinamiento, aproxima a darse cuenta de cuánto se ha dañado a la naturaleza con las actividades que se realizan todos los días.
Expresó, que conforme avance las medidas de contingencia que están estipuladas en la fase 3 de la pandemia, la contaminación y las emisiones se van a ir reduciendo, sin embargo, es lamentable que ese cambio sea generado de forma obligatoria por un virus, y no por voluntad propia.
Manifestó, que las medidas que los países han tomado para evitar la propagación del Covid-19 son las que han generado un impacto positivo en el ambiente. Por ejemplo, se limitaron las actividades del sector industrial, se redujeron el número de vuelos y tráfico vehicular, entre otras las medidas como consecuencia del aislamiento impuesto.
En México, si bien es cierto que este virus llegó a finales de febrero, hoy cientos de empresas, grandes corporativos y escuelas, han decidido continuar sus labores desde casa, para evitar que se propague entre la población. Y por lo tanto se están sintiendo los inesperados beneficios de la epidemia de Covid-19 para el medioambiente en el país con un aire más limpio y la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático.
Para finalizar mencionó, que con la suspensión de actividades impuestas desde la Fase 2 del coronavirus han mostrado el necesario respiro al planeta; por lo que se debe hacer consciencia en la necesidad de impulsar cambios a mediano y largo plazo para proteger a la tierra y mejorar la calidad de vida de los seres humanos, como modificar las actividades que generan contaminantes; controlar la liberación de contaminantes mediante políticas más eficientes y trabajar para limpiar y restaurar los ecosistemas que han sido dañados por las actividades humanas.
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