A pesar de que Chiapas se encuentra en color amarillo en el semáforo epidemiológico del Covid-19, en los albergues que operan en la frontera sur ha disminuido de manera considerable la afluencia de migrantes, ya que los pocos que ingresan deciden arriesgarse a continuar su camino ante el tortuguismo que existe en los trámites migratorios y por la crisis económica que impera en la zona.
La encargada del Albergue Jesús el Buen Pastor del Pobre y del Migrante, Yelitza Ruiz Villalta, dio a conocer que de los 400 extranjeros que atendían antes de la Pandemia, solo quedan 180, ya que las personas han decidido abandonar las instalaciones al no contar con recursos para sobrevivir.
Dijo que antes de la pandemia a diario habían más de tres solicitudes de migrantes que buscaban apoyo de alojamiento y alimento en el albergue, pero ahora, en ocasiones reciben a una persona, lo que demuestra que el flujo migratorio de centroamericanos y demás nacionalidades ha disminuido ante el temor de contagiarse de Covid-19.
Lee también: La fundación AYABS busca edificar un albergue en Tapachula
Señaló que pese a la aglomeración de personas que hay en el albergue, sólo se registró un caso de migrante contagiado con Covid-19, el cual fue enviado por el Instituto Nacional de Migración ya con la enfermedad, al cual se le aplicó todo el protocolo para evitar mayores riesgos en la población que se encontraba al interior de las instalaciones.
Detalló que el protocolo que han implementado, es que los migrantes que ingresan al albergue se quedan en unas habitaciones aisladas, y permanecen ahí durante 14 días, hasta estar seguros que no están contagiados por Coronavirus, posteriormente se reintegran a las áreas comunes que tiene el albergue, asimismo se aplican las medidas de sana distancia y de higiene personal.
Principalmente tenemos de Haití, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, de los cuales 65 son mujeres, 30 niños y el resto son hombresYelitza Ruiz Villalta, encargada del Albergue Jesús el Buen Pastor del Pobre y del Migrante
Finalmente mencionó que a pesar de que el número de atención de migrantes ha disminuido, siguen padeciendo la falta de recursos para cubrir la alimentación de los migrantes, principalmente para los niños y las mujeres, pero afortunadamente, gracias a personas de buena voluntad y algunas organizaciones, han logrado contar con insumos que les ha permitido solventar esa necesidad