En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, exhortó a los fieles católicos para que durante la Semana Santa permitan que Jesús resplandezca en sus corazones con intensidad.
Al participar en la celebración del domingo de Ramos dijo que los ritos y signos litúrgicos de estos días santos constituyen una especie de campo magnético, que, mediante los símbolos, cantos, gestos y textos sagrados, sabia y cuidadosamente escogidos por la iglesia, conducen hacia la contemplación de aquel al que traspasaron.
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Señaló que el jueves Santo hace pensar en el carácter festivo y sinodal de la iglesia, desde la celebración de la bendición del crisma hasta la cena del señor, ya que Dios involucra a todos y es que la fiesta de la fe no es una fiesta privada sino una fiesta abierta, donde todos tienen un lugar y donde todos están llamados a celebrar el amor que Dios tiene y, por lo tanto, hay que propagarlo.
Detalló que el viernes Santo su esencia no es la derrota, sino la victoria silenciosa del señor, la fuerza de la cruz que en su aparente fracaso hace resplandecer la ternura de Dios para con todos, ternura que es bondad, ternura que es sacrificio y que se convierte en el discurso más elocuente.
Indicó que la vigilia - domingo de resurrección, es la alegría de la fe que brota desde el ministerio Pascual del señor, y es que la mañana de la resurrección renueva en todos la firme certeza que la vida triunfa sobre la muerte.
"Muy querida familia de diocesana hemos de ser una iglesia resucitada, estamos llamados a dar vida y esperanza, es un deber como testigos de la resurrección comunicar este gozo en el señor: somos fuertes, somos invencibles", sostuvo.
Finalmente, pidió a todos a prepararse espiritualmente con esmero, sencillez y decoro para vivir estas celebraciones a través de la participación activa, fructosa y dichosa, de tal manera que todos haciendo bien lo que les toca, según sus servicios, comuniquen toda la riqueza teológica y litúrgica de los ritos que se celebran.