Desde hace 75 años don Jorge Ruiz Pérez “Don Germita”, se ha enfocado en ayudar a la gente de diferentes maneras, un don que para él fue otorgado por el mismo creador; su sencillez, humildad y sobre todo amor al prójimo han sido sus mejores cartas de recomendación que hasta el mismo gobierno y su localidad lo ha reconocido.
Oriundo del ejido 5 de Mayo en la zona Alta de Tapachula se encuentra la morada de don Jorge cubierta por tablones de madera y en donde no existe puerta cerrada sino todo lo contrario pues él recibe a todos.
Comenta que desde muy pequeño laboraba llevando frutas para vender a la ciudad, y fue desde entonces que le enseñaron que su vida era el campo, pero fue hasta que tuvo los 25 años que se percató que algo no andaba muy bien en su cabeza, ya que le venían fuertes dolores y a su vez mareos, los cuales para él ya no eran comunes ya que la misma medicina no le hizo efecto alguno para una mejoría.
¿Cómo supo que tenía un don y quién fue que le ayudó?
Fue la señora Francisca Amada que en paz descanse que me enseñó que yo tenía un don para poder ayudar a la gente a curarlas, por lo que tuve que llevar un proceso. Para mí es mi todo Dios y la virgen de Guadalupe a quienes siempre nos encomendamos, es algo que naturalmente brota ese conocimiento para saber los padecimientos de la persona, si existe el mal también existe el bien.
¿Los habitantes del ejido 5 de Mayo donde radica lo apoyaron al saber que usted podría ayudar con medicina tradicional?
Fíjate que me catalogaron en un principio como una persona una indeseable, que causaba daño a otras personas, me querían meter preso en aquel entonces, por lo que hice fue encomendar mi situación al Todopoderoso, al ver que yo no me presto para causar dolor a alguien sino todo lo contrario ahora me he ganado su cariño, ayudo a todos sin distinción alguna y sin importar la condición económica.
Don Jorge ha recibido el reconocimiento por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la medicina tradicional y sobre todo porque también es partero, sus años de experiencia y los sorprendentes resultados lo avalan como un ícono de la salud en la zona Alta de Tapachula.
“Durante mi trayectoria al servicio de la gente me ha tocado ver cada situación sorprendente, en donde la envidia y el rencor son armas para que realmente les hagan brujerías; a otras personas las cuales acuden a mí les he descubierto muñecos con alfileres, entierros con cosas espeluznantes, pero gracias a Dios hacemos todo lo necesario para ayudarles a retirar todo ese mal, porque para eso estoy. También quiero comentar que llevó más de 50 casos de mujeres embarazadas a las cuales hemos ayudado a los recién nacidos que han venido a este mundo y todo ha salido a la perfección” puntualizó.
Son las hierbas que utiliza don Jorge y su sabiduría lo que le ha ganado el cariño y respeto de la gente a quien han bautizado como “Germita”, ya que él busca entre sus remedios caseros, que son recetas desde hace muchos años y que han sido piezas claves para tratar diversos padecimientos y dar la sanidad.
¿Qué edad tiene y hasta cuándo seguirá en ayuda al prójimo?
Tengo 90 años y hasta que Dios me preste vida, las puertas de mi casa están abiertas a cualquier hora, la medicina tradicional me ha hecho que me llegue la invitación de poder ir a seminarios a China y Rusia, pero desgraciadamente no puedo ir, personas de Guatemala han solicitado mis servicios y afortunadamente todo ha salido a la perfección.
Don “Germita” indica que todo lo que ha aprendido ha sido de forma empírica, pero siempre con mucha responsabilidad y que está muy contento de ayudar, ya que hasta el mismo gobierno ha reconocido su labor en la zona Alta de Tapachula.