Doña Francisca ha encontrado en la fabricación de piñatas una opción para el sustento de su familia en el municipio de Huixtla, ya que desde hace 22 años ha estado prestando el servicio a sus clientes y sobre todo que cuida el ambiente utilizando materiales reciclables, ante la buena presentación y lo económico ya ha sido reconocido en los municipios aledaños por su taller denominado “Paquita”.
En un espacio muy pequeño Francisca Pérez Ruiz empieza a colocar su mesa de trabajo en su hogar ubicado en la avenida Retiro esquina con calle Lerdo de Tejada del barrio Esquipulas, en donde para ella la magia empieza a fluir junto con sus materiales cartón y papel reciclado que le venden en las imprentas, el cual anteriormente iba directo a la basura.
“Desde los 6 años ayudaba a su madre en un puesto de venta en el mercado Miguel Hidalgo, todos los días pasaba cerca en donde elaboraran piñatas con la famosa Tía Lola así la conocían, ya que hacía mucho en forma de barrilito, con solo ver empezó a darse cuenta a como les daba forma, que herramientas utilizaba y empezó a hacer las primeras, después del tiempo logro casarse y con ello mantener a sus hijas quienes están estudiando para ser profesionistas, una de ellas ingeniería civil, convirtiéndose en una fuente de empleo familiar y a la vez una microempresa” afirmó.
A raíz que de esta pasando lo de la pandemia en la ciudad de Piedra, los pedidos los realizan por medio de las redes sociales, tuvo que actualizarse para abrir la cartera de clientes, los precios van desde los 80 hasta los 170 pesos los diseños pueden ser de personajes de caricaturas, princesas y de súper héroes, también ya piden la de Tick Tok
En promedio normal se vende 20 al mes y que sean del agrado del comprador, en navidad es una de las fechas con mayor demanda, nunca pensé que mi esfuerzo se ha visto reflejado por la aceptación de la gente, siempre mis manos están trabajando por lo menos cinco días por muy pequeña que sea tengo a la mano engrudo, cinta adhesiva, papel china, crepe, cartulina de colores y pinturas acrílicas.
“La alegría de los pequeñines al ver el producto terminando es un pago extra, la variedad es muy grande y hay para todo tipo de ocasiones, nunca pensé que mi fuente de ingreso principal sería este que gracias a dios nos saca adelante” recalcó.