¡Agoniza! Caza ilegal pone en peligro la existencia del mono araña

En la reserva de La Encrucijada se cuenta con la última población de mono araña de la Costa del Pacífico Mexicano

Marvin Bautista / Diario del Sur

  · lunes 19 de febrero de 2024

La última población de monos araña se encuentra en La Encrucijada/Foto: Manuel Núñez / Diario del Sur

La especie de mono araña en Chiapas, que se encuentra en peligro de extinción, es ofertada en el mercado negro hasta en 30 mil pesos, ya que es considerado un animal exótico para muchas personas.

El guardabosque de la reserva La Encrucijada, Reynerio Ovalle, afirma que debido a su alto valor muchas personas se introducen hasta el núcleo de esta zona para capturarlos y obtener ingresos económicos.

Enfatizó que el tráfico ilegal del mono araña es una especie amenaza de las poblaciones que sobreviven en la reserva, los cuales son capturados principalmente cuando apenas son unas crías.

"Los monos arañas llegan a costar hasta 30 mil pesos en el mercado negro, por eso la gente los anda capturando para hacer ese tipo de negocios, por ello recobra relevancia las acciones de protección y vigilancia que realizamos", abunda.

Ateles geoffroyi, es el nombre científico del mono araña, una especie de primate silvestre que se distribuye desde el sur de México hasta el norte de Colombia, sin embargo, está considerado en peligro de extinción.

La NOM-059-SEMARNAT-2010 de México le considera en peligro de extinción y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie en peligro desde el 2008.

Se desconoce con exactitud el número de monos arañas que hay en México, ya que su presencia en el medio natural se ha visto fuertemente amenazada por el uso que el ser humano ha hecho de esta especie, para distintos fines y de sus hábitats, sin embargo, se estima que este primate es relativamente abundante en hábitats con bajo impacto humano, condiciones donde se reportan densidades que en su mayoría caben entre 10 y 60 individuos por km2.


Mono araña/Foto: Manuel Núñez / Diario del Sur


La vulnerabilidad del mono araña frente a estas presiones, que son continuas y crecientes, se ve incrementada además por los efectos del cambio climático, por lo que en consecuencia, es palpable la recesión que están sufriendo sus poblaciones en los últimos años.

El responsable del área de turismo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), Gerardo Pérez Galdámez, dio a conocer que aunque actualmente se sabe que la presencia del mono araña se restringe a Centroamérica y a la parte Norte de América del Sur, la destrucción de su hábitat a gran escala ha dado lugar a que se desconozca realmente los patrones de distribución originales de esta especie.



30 mil pesos cuesta en el mercado negro un mono araña


Dijo que dentro de su rango de distribución actual, es interesante destacar que, en el sur de México esta especie queda limitada a Áreas Naturales Protegidas (ANP), como en el Cañón del Sumidero y en la Reserva de la Biosfera de La Encrucijada.

Señaló que su presencia es tradicionalmente arbórea, acorde a qué come principalmente especies vegetales y frutas, por lo que su hábitat es en selvas o bosques húmedos, secos, perennifolios, caducifolios, tropicales y subtropicales.

A pesar de tal variedad de hábitats, estos primates son muy vulnerables a la presencia de humanos y a las perturbaciones que pueden desencadenar las actividades antrópicas, lo cual queda reflejado en el declive de sus poblaciones, cobrando especial relevancia la pérdida, la fragmentación y la degradación de estos territorios y los recursos naturales que presentan.

Un santuario para el mono araña


En la reserva de La Encrucijada se encuentra la última población de monos araña en la Costa del Pacífico en México, por lo guardabosques y personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), redoblan esfuerzos para proteger y conservar esta especie en peligro de extinción.

En este laberinto natural se encuentra el campamento "La Concepción", ubicado en el núcleo de la reserva, lugar donde el mono araña ha encontrado las condiciones para habitar.

Reynerio Ovalle Torres, guardabosque, remarca que el número de monos araña que sobreviven en la zona es muy poco debido a la alimentación, vegetación y a la caza ilegal, lo que retoma importancia el trabajar para conservar esta especie.


El mono araña se alimenta de frutas maduras y carnosas/Foto: Manuel Núñez / Diario del Sur



Puntualiza que la población de mono araña apenas alcanza los 12 o 13 animales, ya que en los últimos años se han percatado que las crías no llegan a la etapa adulta, quizá a un problema genético porque el apareamiento solo se da entre la misma "familia".

"Hay preocupación debido a esta situación, por ello se analiza traer monos de otros lugares para que vengan a ayudar a controlar la población de esta especie en La Encrucijada y que pueda crecer el número de animales esta zona", acotó.

Reconoció que en los meses de marzo y mayo se vive un espectáculo cuando los monos araña cruzan de un árbol a otro en busca de alimento, principalmente de mango, sin embargo, de continuar con el problema genético en poco años podría extinguirse la especie.


Alimento y reproducción


Rodrigo López, guardabosque de La Encrucijada, sostuvo que el mono araña macho llega a medir entre 38 y 50 centímetros y la hembra entre 34 y 52 centímetros, ambos géneros pesan de 4 a 6 kilogramos y llegan a vivir de 27 a 30 años.

Subraya que se alimentan de frutas maduras y carnosas, además de hojas, especialmente tiernas que contienen las proteínas ausentes en las frutas, así como de flores, cortezas, insectos, miel, semillas, entre otros.

Y en el caso de la reproducción, las hembras dan a luz una cría cada dos a cuatro años, cuya gestación dura alrededor entre 5 y 7 meses, después de la cual típicamente nace una sola cría.



El mono araña macho llega a medir entre 38 y 50 centímetros/Foto: Manuel Núñez / Diario del Sur

Principales amenazas


El responsable del área de turismo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), Gerardo Pérez Galdámez, afirmó que los cambios de usos del suelo son una de las principales amenazas a las que se enfrenta el mono araña, encabezados por la deforestación y la defaunación para la ganadería extensiva, la agricultura y la recolección de madera.

Remarcó que esto provoca la fragmentación de las selvas y reduce, por tanto, su área de distribución, viéndose perturbadas y disminuidas en tamaño y la estructura de sus poblaciones.


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Asimismo, la caza y captura es otra de las grandes presiones que soporta esta especie, pues se emplea como alimento, como mascota, también para medicinas y la venta de productos derivados.

Además, destacan los incendios forestales como otra de las amenazas del mono araña, que modifica y reduce, junto con los cambios de usos del suelo, su hábitat, cuya situación se presenta cada año en gran escala en la reserva de La Encrucijada.