El municipio de Acacoyagua, enclavado en la zona Costa de Chiapas, desde hace más de 125 años alberga migrantes japoneses, mismos que llegaron a México basados en la amistad diplomática que existía entre el Imperio del Sol Naciente y México, abriendo ambas naciones a recibir a quienes quisieran emigrar.
José Martín Nomura Hernández, expresidente de la Asociación Edomura y exalcalde de esta localidad, en diálogo con Diario del Sur, comenta que en 1897, a través del Puerto San Benito, hoy Puerto Chiapas, llegaron a tierras chiapanecas 35 pioneros japoneses, quienes iniciaron su peregrinar por el Soconusco, creando la colonia Emigración Enomoto, asentándose en Escuintla y Acacoyagua, hecho que cambió la vida de éstos pueblos pues al paso de los años han ido influyendo en la comunidad e incluso aún se pueden apreciar de manera tangible algunas construcciones que estos habitaban.
Te puede interesar: Tapachula libera el flujo de hasta 20 mil migrantes al mes hacia Oaxaca
Los 35 migrantes no rebasaban la edad de 26 años eran todos hombres, reconociéndoseles como valientes guerreros que se aventuraron sin conocer el idioma o las costumbres de esta región la cual adoptaron como propia pero respetuosos de las tradiciones y costumbres llegando al grado de realizar permutas de tierras que cultivaban hasta Mapastepec, formando lazos de convivencia con la población local que les permitió establecer descendencia, a la que hoy se les denomina Nikkei.
Los pioneros japoneses tenían la intención de cultivar café, pero fracasaron, por ello algunos regresaron a Japón y otros emigraron al Centro de México y Estados Unidos, mientras los que se quedaron se adaptaron sin abandonar su idea de cultivar el aromático grano hasta finalmente lograrlo.
El líder de la Asociación Edomura, también comentó que en 1905 formaron la Sociedad Cooperativa Japonesa-Mexicana, en Escuintla, cuyo líder era Ryoziro Terui, con quienes construyeron oficinas y tiendas, recibiendo a más japoneses que crearon fuentes de empleo.
Para el año 1906 la colonia japonesa prosperaba y algunos se casaron con mujeres locales por lo que la Cooperativa Japonesa-Mexicana, construyó en los límites de Acacoyagua y Escuintla, en un predio de 10 mil metros la primer escuela Nikkei, denominada Aurora, (en alusión al amanecer y la procedencia de los migrantes del imperio del sol naciente) en donde se enseñaba el idioma japonés a los hijos de migrantes desde la edad de 5 años. Lamentablemente en 1914 el conflicto social por la posesión de tierras se agudizó y la escuela fue cerrada, trasladándose a Tapachula, pero ante los conflictos de la Revolución Mexicana y por falta de recursos obligaron a Terui, a disolver la cooperativa y el plantel educativo.
Entre los personajes japoneses a recordar por las labores altruistas que hicieron en Acacoyagua y Escuintla, está el Doctor Otta, quien siempre mencionó que la medicina tiene que ser caritativa sin distinción a alguna persona, sin importar que sean ricos o pobres, por lo que el médico japonés los atendía sin ningún costo, con respeto y confianza llegando a ser consejero del pueblo. Sin olvidar a otros que también brindaron educación y construyeron presas para poder llevar agua a los hogares.
Entre las obras que reflejan la influencia japonesa en Acacoyagua, al cumplirse 90 años de la Migración se construyó la Casa de Descanso en el panteón municipal, así como la Escuela Secundaria Federal Centenario de la Migración Japonesa, que tiene casi 500 alumnos, así como el parque central Enemoto.
Los japoneses y su descendencia celebraron el 125 aniversario de su migración y recibieron al Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en México desde 2021, Noritero Fukushima, durante el gobierno municipal de Ismael Díaz Bravo, colocando una ofrenda floral al monumento del parque de Acacoyagua, mismo que el actual gobierno remodela preservando los monumentos japoneses, como el sitio donde se encuentra plasmado en letras japonesas el poema denominado “Huella de Verano”.
Finalmente Nomura Hernández apuntó que cada dos años se realiza una Convención Nacional Nikke, donde se reúnen todas las asociaciones japonesas del país en la que participa la actual presidenta de la comunidad en esta población Celmira Horita.