En el corazón de nuestra comunidad, talentosos artesanos se dedican a la elaboración de piñatas, transformando simples fiestas en eventos llenos de color y alegría.
Estos creativos emprendedores locales combinan habilidades artísticas con destrezas manuales para dar forma a piñatas únicas y personalizadas que se convierten en el centro de la diversión.
Desde pequeños talleres en sus hogares hasta negocios establecidos, estos apasionados creadores no solo aportan alegría a las celebraciones, sino que también mantienen viva una tradición arraigada en nuestra cultura. Con cada golpe de papel maché y cada detalle meticulosamente diseñado, contribuyen a la magia de momentos especiales en la vida de las personas.
Hablando con algunos de estos talentosos artesanos, se destaca Josué López Velázquez, por su dedicación a la artesanía tradicional y su deseo de ofrecer a la comunidad piñatas personalizadas que reflejen la individualidad de cada celebración.
Nos platica que todo empezó como un juego, desde pequeño, cuando tenía apenas 10 años junto con sus hermanos, ya que ayudaban a su mamá a hacer las piñatas. “La ayudábamos, le poníamos ojitos y otras cosas a las piñatas. Todo esto comenzó a despertar nuestra curiosidad, comenzamos a aprender y las piñatas nos ayudaron a salir adelante; sacamos nuestros estudios, terminamos la carrera y después pusimos nuestro negocio”, explica.
Recuerda que su mamá les enseñó a trabajar el negocio de las piñatas desde hace 22 años, aprendieron y después con el paso del tiempo han ido innovando. Dice que al principio fue un poco difícil porque entregaban piñatas al mayoreo, ganaban poco. Ahora, le ponen precio a la piñata, los amigos de la escuela los buscan y los recomiendan.
Josué cuenta que trabajan con moldes básicos, que son sus piñatas de “guerra” que sacan por varias. También hay gente que trae su propio molde para que se le haga, aunque ese ya es otro precio que cobran. “La técnica que usamos es de alambre con papel periódico, aunque desde hace 5 años a la fecha, se pusieron de moda unas figuras que se les pega el poster, fommy, se une con alambre, pero son de cartón; es más fácil, porque sale el personaje como tal”, señala.
Al final de cuentas, agrega, la mejor recomendación es hacer un buen trabajo, piñatas de calidad, para que el cliente las recomiende, tal como le ha pasado en fiestas y reuniones para las que le han comprado sus diseños o diseños encargados.
Con sus 22 años de alegre servicio, López Velázquez tiene ubicada su Piñatería Los Peques Tapachula, en la 4ª. oriente entre 1 y 3ª. sur No. 13, al lado de la iglesia Camino de Fe.