"El Baile del Diablo y los Enmascarados": tradición en Mazatán desde hace un siglo

“El baile del Diablo y los Enmascarados” es un acto que se ha convertido en un símbolo de fe y devoción en honor a la Virgen Margarita Concepción en Mazatán

Marvin Bautista / Diario del Sur

  · lunes 2 de diciembre de 2024

Jóvenes y adultos se disfrazan de Diablo y enmascarados para pagar mandas o promesas / Foto: Marvin Bautista / Diario del Sur

Desde hace más de 100 años, en el municipio de Mazatán, ubicado en la región del Soconusco, persiste uno de los bailes más antiguos de Chiapas, “El baile del Diablo y los Enmascarados”, acto que se ha convertido en un símbolo de fe y devoción en honor a la Virgen Margarita Concepción, quien apareció en estas tierras en el año 1613.

Todos los años, del 30 de noviembre al 8 de diciembre, fecha en la que se celebra la feria en honor a la Virgen Margarita Concepción, jóvenes y adultos se disfrazan de Diablo y enmascarados para pagar mandas o promesas y participan en un recorrido por las principales calles de pueblo, iniciando con la bendición sacerdotal en el atrio del santuario.

Estos coloridos personajes van bailando al compás de melodías populares ejecutadas por la marimba bajo temperaturas que superan los 40 grados, utilizando vestuarios estrafalarios o graciosos, caracterizando a personajes del momento, convirtiendo este baile en parte de la historia y cultura de Mazatán.


El significado de la tradición


Mercedes Villalobos Balcazar, forma parte de la tercera generación de organizadores del Baile del Diablo y los Enmascarados, explicó que esta tradición se basa en el hecho del por qué se nombra a la Virgen María como Inmaculada. Según el dogma de fe promulgado por la Iglesia Católica (PIO IX, 1854), María desde el primer instante de su concepción en el seno de su madre Santa Ana, fue preservada por voluntad y designio divino de la mancha del pecado original, en atención a su misión futura de madre del salvador, es decir que, por la descendencia de María quien es Cristo su Hijo, el mal fue vencido.

“De ello deriva una narración explicativa poco difundida de esta tradición, la cual refiere que a sabiendas de que con el novenario preparatorio la celebración anual de la fiesta en honor a la santa patrona es inminente, es necesario que tanto el pueblo y sus habitantes se limpien o purifiquen”, abundó

Dijo que una forma de representarlo es con esta tradicional correteada, la cual tiene el significado que el Diablo se aleja y escabulle ante la presencia de Dios y de su Madre; que es importante que con ello el pecado, los vicios, perversiones y oscuridad salgan también del lugar, puesto que Satanás no soporta la refulgente luz de Cristo y María.


Señaló que por la Inmaculada Concepción de la madre de Dios, suceso que principia la historia de la salvación, el mal se estremece, se sabe vencido y humillado por aquella a quien no pudo alcanzar la mancha del pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva.

“Es por eso que, sabiéndose arrasado, vaga y corre por las calles del pueblo haciendo recordar que el estar lejos de Dios es el peor castigo para quien por el mal se deja seducir”, ahondó.

El Diablo y los enmascarados


Herón Villalobos Balcazar, organizador del baile, afirma que las personas que participan de la correteada caracterizándose de diablos y los ‘enmascarados’ que realizan este baile son en su mayoría devotos que han recibido algún favor o milagro y que a manera de manda o por promesa año con año celebran esta representación en agradecimiento.

"Esta tradición es una de las principales actividades realizadas en honor a la Santísima Virgen María, a la celebración litúrgica de su Inmaculada Concepción, la cual es fiesta principal y a la conmemoración de la aparición de su imagen en nuestras costas hace más de 400 años", acotó.

Detalló que el Diablo es perseguido por niños (es decir, almas puras e inocentes), a quienes chicotea por ir gritando tras él y evidenciando su presencia e identidad, ya que el personaje del Diablo busca sorprender audazmente a mujeres jóvenes para besarlas.



La familia Villalobos Balcazar desde hace más de 30 años son los principales organizadores de esta celebración / Foto: Marvin Bautista / Diario del Sur


Indicó que estos “diablos corredores” participan junto con otras personas que portando atuendos llamativos, máscaras grotescas o de algunos personajes y en su mayoría siendo hombres vestidos de mujer, representan al pecado y a quienes viven bajo el engaño de este.

“Desde las 6 de la mañana iniciamos con el recorrido por las principales calles de nuestra cabecera municipal y se concluye frente al templo parroquial, dicho templo hoy día posee la declaratoria de Santuario Diocesano, por las multitudinarias procesiones y cantidad de fieles que aquí acuden”, sostuvo.

Subrayó que muchos niños acompañan al Diablo, azuzándolo cuando hay una dama a la que pueda besar, empleando la expresión, “¡Diablo, diablo… aquí hay una!".

Vestuario colorido


Además Villalobos Balcazar dio a conocer que el personaje del Diablo y su atavío tradicional se caracteriza por los siguientes elementos: de alguna tela de color rojo camisola y pantalón, máscara tallada artesanalmente en madera con rostro demoniaco en color escarlata y moteado de los colores blanco y negro. Bigotes y cejas de pelo de algún animal, así como orejas y cuernos de piel o también labrados de madera. Además de un chicote o látigo rojo con el cual azota y amedrenta a los que le persiguen en su recorrido, partiendo por lo menos 3 de ellos de un domicilio particular (antiguamente también lo hacían desde la presidencia municipal) y por turnos.

“Es un baile representativo de la tradición y cultura de Mazatán, cuya actividad es una representación teatral - danza utilizada como un medio de evangelización y que por su particularidad es una de las mayores manifestaciones culturales de este municipio”, remarcó.

Puntualizó que este baile forma parte del bello folclor que caracteriza a este hermoso municipio, que enaltece las costumbres y le da identidad, “una identidad forjada por nuestros antepasados y con un legado de gran piedad hacia la Inmaculada Virgen Margarita Concepción”.



Elabora trajes en agradecimiento a la virgen


Doña Juanita Villalobos, desde hace más de 30 años es la encargada de elaborar los coloridos trajes de los diablos y malinches de manera gratuita para los participantes, ya que lo hace en cumplimiento a una manda que le hizo a la Virgen Margarita Concepción.

Relata que cada año a partir de octubre comienza a recibir la tela de las personas que participarán en el tradicional baile y a partir de los primeros días de noviembre se dedica a elaborarlos.

“Desde hace muchos años yo elaboro trajes en agradecimiento a la virgen, porque hice una manda y con mucho amor participo de esta celebración, en primero, cada año elaboro entre 60 y 70 trajes de diablos y malinces”, narró.


Mercedes Villalobos Balcazar, forma parte de la tercera generación de organizadores del Baile del Diablo y los Enmascarados / Foto: Marvin Bautista / Diario del Sur



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Doña Juanita no cobra ni un peso por confeccionar con su manos los trajes, ya que está agradecida a la virgen por el milagro de la vida de su hijo, ya que mientras los médicos no le dieron esperanzas de vida durante la concepción del bebé en su vientre, ella está segura que la santísima Virgen Margarita Concepción lo cuidó.

“Mientras yo viva voy a seguir cumpliendo esta promesa que le hice a la virgen, porque ella ha sido buena conmigo y mi familia y por ello, con alegría participo en la elaboración de los trajes para su celebración”, finalizó.