El arroyo El Alto Cuzco, como también se le conoce a un pequeño afluente que nace al norte, entre los límites de Huixtla y Tuzantán, dentro de la colonia 29 de Diciembre, desciende por toda la Ciudad de la Piedra y presenta grave deterioro por contaminación, llegando a generar la mortandad de peces y zonas de desborde.
Entre hogares y atravesando el centro de la ciudad de Huixtla, a su paso el afluente se convierte en un importante dren fluvial pero a la vez, es tiradero de desechos y residuos de todo tipo.
Ante el abandono de limpieza en el que se encuentra el arroyo, que en temporadas de lluvias cada año aumenta considerablemente su cauce, luego que las autoridades no realizan trabajos de desazolve dentro del territorio huixtleco este cuerpo de agua está afectado y causa afectaciones.
La ciudadanía ha sido testigo de cómo El Cuzco ha generado inundaciones y desbordamientos, principalmente sobre la Avenida Madero entre las calles Ferrocarril y Rayón, exactamente donde se ubica ahora la empresa Coppel, misma que está construida sobre el cauce y cuenta con un respiradero o tapa de dren de lluvia, la cual al saturarse de agua y basura, rebalsa y provoca la contingencia en ese sector.
Otros daños que ocasiona cada temporada de lluvia, es el reblandecimiento de sus orillas desde el norte al sur, donde desde la calle José María Paz, pasando por Lerdo de Tejada, Corregidora, Francisco Zarco, Calle Negrete (carretera Costera), Rodulfo Figueroa, Porfirio Díaz, el afluente ya solo está encajonado por paredes de cemento en una cuadra, mientras en otros sectores los matorrales lo han cubierto, ha derribado las bardas e incluso cimientos de unas bodegas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Huixtla.
Y es que en Huixtla, las lluvias son presentes en casi tres cuartas partes del año y en ocasiones como este 2024, aún la segunda semana de noviembre han estado presentes las precipitaciones, por lo que el daño que ocasiona el arroyo o zanjo como muchos también lo llaman, se convierte en una bomba de tiempo y sino lo desazolvan adecuadamente, arrastra basura y escombros ocasionando un tapón en algún sector que termina por desbordarlo afectando domicilios particulares y comercios.
INCERTIDUMBRE POR REACTIVACIÓN DE LA LÍNEA K
El Cuzco a la altura de la calle Ferrocarril se desvía hacia el oriente con rumbo al municipio de Tuzantán pasando a un costado de donde se construye la Línea K ferroviaria y atravesando las avenidas Retiro, Arteaga, Luis Espinoza ó Miguel Alemán, Ayuntamiento y Rosales esta última ya en los límites de ambos municipios indicados.
Debido a los trabajos del ferrocarril, escombros han caído al fondo del afluente y es ahí donde se genera otra controversia, si “al final de la construcción de la Línea K, la constructora o la Guardia Nacional limpiarán o el afluente quedará azolvado y con las lluvias terminará por rebalsar y afectar los hogares de esa zona”, indicó el profesor de primaria Diego Juárez Raymundo, quien se criticado este problema en redes sociales con anterioridad.
DAÑO AMBIENTAL IRREVERSIBLE
Pobladores manifiestan que el daño ecológico al afluente es irreversible, vecinos han observado hasta la mortandad de los pocos peces que ahí quedaban ya que ahora no solo aguas negras desembocan sobre este cuerpo de agua, sino también se observan y percibe olor a residuos químicos que podrían estar siendo arrojados desde el norte del municipio.
La profesora Violeta Dardón, en entrevista dijo ser habitante del barrio Esquipulas e indica que ha observado aumento en la contaminación del arroyo evidenciando en videos en poder de esta casa editorial, donde pececillos flotan muertos sobre el afluente.
Agregó que preocupa el daño ambiental, pero también, cita la presencia de personas que se dedican a sacar fierros o latas, para venderlos a chatarreros ya que considera se están exponiendo a daños en su salud, porque no se sabe si algún químico o tóxico es el que origina la muerte de los peces, lo cual podría afectar directamente.
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Huixtla es un municipio que ha tenido grandes obras y están en curso la remodelación del Auditorio Municipal, el parque central y la Línea K del ferrocarril, además del mercado artesanal por lo que los huixtlecos urgen a que el ayuntamiento ponga el empeño en las obras requeridas como son los muros y saneamiento de este cuerpo de agua, con la finalidad de evitar complicaciones y sobretodo sanearlo.
“Una planta para aguas residuales es la que urge en El Cuzco o en su caso dos, una al norte y otra al sur del municipio, como la que se colocó en la administración de Porfirio Lugardo, en el arroyo Santa Bárbara, la cual ya no está en función y permitía limpiar el vital líquido para transformarlo en agua pura”, dijo en entrevista la exdiputada Olvita Palomeque quien también coincide con vecinos de este arroyo, que es necesario desasolvar y encajonar, pero lo primordial es purificar el agua y que la gente ya no lance basura al mismo.
