Debido a mi profesión, atendí a muchas personas enfermas, tenía que vigilarlos, monitorear su evolución, sin embargo, de repente me sentí cansado, agotado y me hice la prueba, el Covid 19 ya me había afectado, así que pasé los siguientes 21 días en aislamiento total, los primeros días casi no lo sentí, mientras que en los días del 8 al 11 fueron experimenté un poco más de dificultad, pero los más complicados sin duda fueron del 14 al 17, cuenta el doctor Saúl Madrid Tovilla.
El médico trabaja en el Hospital General Dr. Belisario Domínguez del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y en el Hospital General Rafael Pascacio Gamboa, en Tuxtla Gutiérrez, amablemente nos comparte su experiencia tras vivir el Covid 19 y vencerlo, parte de esta experiencia, quizá de los más doloroso es vivir la discriminación por parte de los vecinos, cuenta.
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Desde el inicio de la pandemia analizó el riesgo en que se encuentran los trabajadores de la salud, sin embargo, se aborda la enfermedad con mucha responsabilidad, fe y confianza, dijo, el tratamiento es psicológico además de atender la enfermedad y también las comorbilidades, principalmente la hipertensión, la obesidad y la diabetes.
Narró que sus compañeros médicos en el ISSSTE lo hicieron dormir boca abajo varios días para orientar mejor su oxigenación, pero no fue suficiente
Estuve en terapia intensiva y en su momento me advirtieron que tenían que intubarme, cosa que rechacé y prefirí concentrarme en mi respiración.
Expuso que la enfermedad provoca una cascada inflamatoria exagerada a nivel pulmonar, existe una semana muy crítica en la que el pulmón sufre inflamación y genera dificultad para respirar, muchos no requieren de hospitalización, y depende de las condiciones físicas y de salud de la persona.
Después de atender a muchos pacientes inicié con dolor a nivel lumbar me tomaron tomografía y detectan lesiones a nivel pulmonar, basal y a nivel medio, el virus es traicionero, la carga viral ocasionó severas lesionado los pulmones, desde el inicio de la hospitalización teníamos posible complicación, al día 7 empecé con dificultad para respirar, me aplicaron oxígeno y evitamos la intubación, el día 13 fue el más crítico.
Quería un solo día más luchar con las puntas nasales, me concentré en ello, fui paso a paso, no me moví 7 días boca abajo, fui mejorando y concentrándome solo en la respiración, los estudios revelaron mejoría en los parámetros de oxigenación, me aplicaron múltiples medicamentos.
Una de las experiencias que adquirí fue darme cuenta de que subestime al virus que es traicionero
Los que están en la batalla han enfrentado este virus y cada cuerpo responde diferente, no hay medicamentos, ni vacunas, pero si un arma grande, el ser humano debe ocuparse por mejorar su sistema inmunológico y cambiar a estilos de vida saludables.
El virus daña los pulmones, hace que quedemos dependientes de oxígeno por un tiempo y es necesario rehabilitar el pulmón para disminuir la infección y la inflamación, nuestro reconocimiento al personal médico, muchos de ellos y ella tienen miedo porque presentan comorbilidad, pero se la están rifando.
La sociedad tiene responsabilidad grande, no es compromiso solo de las instituciones de salud, para seguir con las medidas de prevención, hay que identificar a las personas sospechosas, con signos y síntomas para atender a toda la población, nos podemos infectar por otra bacteria.
Después de la alta médica necesitamos de la rehabilitación pulmonar ya sea en el hospital o en casa para que los pulmones puedas expandirse cada que se respira, debido a que queda débil con una ventilación mecánica, pueden pasar 3 o 4 meses con rehabilitación, prevalecerá la cefalea, lumbalgia y dolor en pecho, irá desapareciendo poco a poco, también es importante buscar apoyo psicológico.
Finalmente dijo que los trabajadores de la salud tienen una gran calidad humana y ética profesional, hay que reconocerlos y valorarlos.
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