En su visita a Tapachula, el activista y coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana del Pacífico Sur del Episcopado Mexicano, José Alejandro Solalinde Guerra, reveló que el Instituto Nacional de Migración (INM) está vinculado con el crimen organizado.“Hay una vinculación del crimen organizado que dejo el gobierno anterior, y esto vienen desde gobierno anteriores, esto viene desde Calderón para acá, yo tengo las pruebas de secuestros, de tráfico de personas, de tráfico de órganos, todo eso se hace, es una cosa terrible que el Presidente (Andrés Manuel López Obrador) tiene que saber y limpiarlo”.
Respecto a la Caravana Migrantes, precisó que debe existir corresponsabilidad de los gobierno de Centroamérica, pero “no hay corresponsabilidad, yo no veo que el gobierno de Honduras tenga un compromiso para todo esto (caravanas migrantes), además, la corresponsabilidad de Estados Unidos, que es el causante de esta violencia y desorden en Centroamérica, porque a través de sus intervenciones ha provocado este caos, así que lo poco que debe hacer es financiar programas de apoyo regional”.
Así también lanzó un reto a las autoridades federales, para que integren un programa especial para el campo, y que “en todo México los distribuyan (migrantes) para que encuentren una manera digna, con todas las prestaciones para que trabajen, y entonces nuestro campos se va a levantar, vamos hacer autosuficientes”.
Sobre empresarios y cámaras empresariales que han solicitado la salida de migrantes del centro de Tapachula, precisó “les ha faltado visión, nada más tienen visión para el dinero, pero les ha faltado una visión más solidaria para nuestros hermanos del sur, pero dejen la visión solidaria, dejen de reconocer a los migrantes como Jesús, que tengan una mirada pragmática y que tengan dos dedos de frente, pero que se den cuenta que tenemos una gran oferta para levantar nuestro campo, ¿quiénes son los que trabajan en la cosecha de mango?, pues ellos, los migrantes, así que los empresarios deben invertir en el campo, y la mano obra que tenemos son los migrantes”.
Por último, reconoció que se debe ampliar la capacidad de atención de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), por lo que se necesita más presupuesto, personal e infraestructura en todo el país.