El campo en México ha quedado desprotegido, ya que en los últimos años el gobierno de la Cuarta Transformación ha eliminado los programas e incentivos para las diversas ramas de producción, así como el seguro catastrófico, dando con ello, un tiro de gracia a la agricultura y recrudeciendo la crisis en las familias campesinas.
Y es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, informó que eliminará el Programa de aseguramiento agropecuario en 2022, debido a que desde el año pasado no contó con recursos ni reglas de operación en el Presupuesto de Egresos de la Federación, por lo que no se tiene prevista su continuidad.
Esta información fue publicada en las modificaciones a la estructura programática del proyecto de Presupuesto de Egresos 2022.
En este sentido, el presidente del sistema producto oleaginosas en Chiapas, César Ozuna Estudillo, afirmo que la eliminación de este programa afectará a prácticamente todos los productores agrícolas y ganaderos, ya que se requería bastante en tiempos difíciles, y ahora no tendrán recursos para hacer frente a eventos catastróficos.
Dijo que este tipo de apoyos respaldaban a los productores frente a sequías, exceso de lluvias o por la proliferación de plagas, ya que el sector agropecuario rural es de muy alto riesgo, por lo que ahora quedan totalmente desprotegidos.
Señaló que el seguro catastrófico apoyaba a los productores de soya con 3 mil pesos por hectárea, dando cobertura hasta 5 hectáreas, y entraba una vez que se declaraba estado de desastre a causa de la sequía, lluvia o afectaciones por plaga.
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Detalló que el campo mexicano sufre uno de los peores retos de su historia, por la falta de programas de apoyo a la producción y la crisis económica derivada de la pandemia y el hecho de que el gobierno mexicano desaparezca del presupuesto federal, es prácticamente el tiro de gracia.
Aseguró que el gobierno debe cambiar sus políticas y voltear los ojos al campo, proteger al productor, no solo al pequeño sino al mediano, pues en la actualidad pareciera que el campesino o ejidatario que tiene 15 o 20 hectáreas es visto como enemigo del gobierno, como rico y no se incentiva la producción.
Puntualizó que debido a la falta de apoyos, cada vez se siembran menos hectáreas de soya, y es que hace cuatro años eran 14 mil las que se dedicaban al cultivo, pero en la actualidad son aproximadamente 8 mil.
Indicó que ante la descapitalización del campo, lamentablemente el campesino se dedica a otro cultivo o actividad o bien han emigrado al norte del país, ya que los pocos programas de apoyo que se han anunciado van dirigidos al maíz, al sorgo y trigo, pero no a la soya.
Finalmente mencionó que se están organizando para reunirse con diputados federales y estatales, a fin de exigir a las autoridades que se cambien las políticas y se volteen los ojos al campo, se sumen a la gestión y emitan los puntos de acuerdo necesarios que permitan sensibilizar al gobierno federal en la difícil situación que enfrenta el campo chiapaneco.