Comerciantes establecidos en el centro de Tapachula pidieron a las autoridades la reubicación de cientos de puestos ambulantes instalados en los alrededores del primer cuadro de la ciudad, los cuales se han convertido en un problema para la imagen de la misma y una competencia desleal para los empresarios.
Y es que de acuerdo a líderes del comercio informal en calles del centro hay aproximadamente 300 vendedores ambulantes, aunado a los 300 migrantes haitianos que se dedican a la venta de alimentos y productos en la vía pública
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El presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula, José Elmer Aquiahualt Herrera, afirmó que este problema no es nuevo, lo que es nuevo es el crecimiento exagerado de puestos ambulantes en las calles aledañas ante la situación económica que viven las familias, y la gran cantidad de migrantes que han encontrado en esta actividad la forma de obtener recursos.
Dijo que lo grave de la situación es la afectación económica que genera a los comercios formalmente establecidos quienes ven reducidas sus ventas, ya que las personas no asisten a los comercios porque en la calle lo tiene más a la mano, aun cuando los precios están por encima de los normales o bien los productos que ofertan son de dudosa calidad.
Señaló que los comercios formales más pequeños tienen que erogar en promedio 15 mil pesos mensuales en pago de empleados, renta, impuestos y pago de seguro social, rubros que los vendedores en la vía pública no cubren, quienes solamente pagan una pequeña cuota diaria.
"La situación económica que se vive en el país, pero principalmente en el Soconusco ha generado que el comercio informal vaya en crecimiento de forma desmedida, que hasta el momento produce graves afectaciones al comercio establecido", abundó.
Hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que pongan orden, se respete a los empresarios y comerciantes establecidos, quienes pagan puntualmente agua, luz, impuestos, teléfono y generan empleos formales a cientos de tapachultecos y por culpa del ambulantaje desmedido algunos han tenido que cerrar sus cortinas.
Por su parte, vendedores informales exhortaron a las autoridades los dejen trabajar, ya que a través de la venta de productos que intentan comerciar durante el día es como pueden comprar la alimentación diaria para sus hijos.
La señora Guadalupe Hernández Sánchez, quien lleva más de 20 años con esta actividad, indicó que la falta de oportunidades laborales los obliga a buscar la manera de cubrir las necesidades básicas en sus hogares y la venta en la vía pública se ha convertido en la única opción.
"Estamos dispuestos al reordenamiento pero no a la reubicación, ya que hace años lo intentaron hacer pero no funcionó porque nos enviaron a un lugar en donde no llegaban las personas a comprar.
Asimismo, Luis Velázquez, sostuvo que al no haber un trabajo formal, se ven obligados a dedicarse a la informalidad a través de la venta de productos en la pública, ya que tienen familia, y por lo tanto deben contar con recursos para subsanar las necesidades básicas en sus hogares.