En lo que va del año 2024, al menos siete bebés de entre cero y cinco meses de edad han sido abandonados en la vía pública por sus padres, una situación que ha obligado al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Tapachula a hacerse cargo de su cuidado.
El fenómeno, refleja la grave situación de vulnerabilidad que viven cientos de menores en la región y pone de manifiesto las profundas heridas sociales que se viven en Tapachula, una ciudad donde la pobreza, la exclusión y la desesperación parecen dictar el destino de muchos.
EL FENÓMENO DEL ABANDONO Y SUS CAUSALES
Las autoridades del DIF en Tapachula han señalado que, si bien la ciudad cuenta con más de 200 niños que viven en situación de calle y que piden dinero en la vía pública bajo la protección de sus familiares, el abandono de bebés en las calles representa un nuevo y alarmante desafío.
Este año, siete menores han sido dejados a su suerte en diversos puntos, entre ellos estaciones de autobuses, instalaciones del Instituto Nacional de Migración y en las calles más concurridas, reflejando un fenómeno complejo.
Entre las causas del abandono, se encuetran la desesperación de madres vulnerables y de acuerdo con las autoridades, estas son múltiples y diversas.
La pobreza extrema es uno de los factores más determinantes, ya que la falta de recursos económicos empuja a algunas madres a tomar la difícil decisión de dejar a sus hijos, al sentir que no pueden garantizarles una vida digna. A esto se suman la falta de apoyo social o familiar, los problemas de salud mental como la depresión postparto, los embarazos no deseados, y el estigma social y cultural que enfrentan las madres solteras o aquellas que tienen hijos fuera del matrimonio.
En otros casos, el abandono es el resultado de desinformación o miedo. Algunas madres creen, erróneamente, que al abandonar a su bebé en un lugar público, este será encontrado y adoptado por una familia que pueda ofrecerle un mejor futuro. Sin embargo, esta decisión rara vez asegura un desenlace feliz, y muchas veces coloca al menor en una situación de extremo riesgo.
REPERCUSIONES LEGALES DEL ABANDONO
El abandono de menores en México tiene serias consecuencias legales. Según el Código Penal Federal, abandonar a un menor, especialmente si es recién nacido, constituye un delito grave.
El artículo 335 del Código Penal establece que las sanciones pueden variar dependiendo de las circunstancias, pero si el abandono pone en peligro la vida del menor, las penas pueden incluir prisión. Estas sanciones pueden agravarse si el abandono resulta en daño físico o la muerte del menor.
A pesar de la gravedad de estas sanciones, es importante destacar que en México existen mecanismos legales que permiten a las madres entregar a sus hijos de manera segura en ciertas instituciones, como hospitales, sin enfrentar cargos penales, siempre y cuando se sigan los procedimientos establecidos.
LOS RIESGOS DE LOS NIÑOS EN SITUACIÓN DE CALLE
El abandono infantil es solo la punta del iceberg de una problemática más amplia que afecta a miles de niños en Tapachula.
Según el DIF, los niños en situación de calle enfrentan un panorama desolador. Sin un hogar que los resguarde y con vínculos familiares rotos, estos menores se ven obligados a vivir, comer, dormir y trabajar en la calle, donde luchan en soledad por sobrevivir.
Muchos infantes han huido de sus hogares debido a situaciones de abuso sexual, físico o emocional, rechazo familiar, problemas de salud mental, abuso de sustancias, o debido a su orientación sexual o identidad de género, en muchas de las veces son llevados a albergues pero no encuentran La Paz y se vuelven a las calles.
El DIF municipal ha realizado cientos de rescates de niños, sin embargo ellos regresan a las calles ya que ese lugar se convierte en un refugio para ellos, un espacio donde “escapan” de la violencia, el maltrato y la rigidez disciplinaria que enfrentan en sus hogares. Sin embargo, esta vida callejera viene acompañada de riesgos inmensos: cuatro de cada diez niños en situación de calle caen en la adicción a estupefacientes y en manos de la delincuencia, con una esperanza de vida que se reduce dramáticamente a los 22 o 25 años.
LA ESPERANZA DE UN FUTURO MEJOR: EL PROCESO DE ADOPCIÓN
De acuerdo al sistema DIF a pesar de la gravedad de la situación, no todo es desesperanza. Algunos de los bebés abandonados han encontrado un nuevo hogar a través del proceso de adopción, gestionado por el Sistema DIF-Chiapas.
El proceso exige a los adoptantes cumplir con requisitos, como la estabilidad emocional y económica, un estudio socioeconómico y psicológico, es una luz de esperanza para estos menores, que encuentran en sus nuevos padres la posibilidad de un futuro mejor.
Además el abandono de bebés en Tapachula es un reflejo de las profundas desigualdades y carencias que enfrentan muchas familias en la región. Mientras las autoridades trabajan para ofrecer soluciones a corto y largo plazo, la sociedad también debe reflexionar sobre las causas estructurales que llevan a estas madres a tomar decisiones tan drásticas.
Es esencial fortalecer las redes de apoyo, mejorar las condiciones socioeconómicas y garantizar el acceso a servicios de salud mental para prevenir que más niños terminen en las calles o abandonados a su suerte. La situación es compleja, pero con un enfoque integral y humano, es posible cambiar el destino de estos pequeños.
TRÁGICO CASO, MENOR MUERE A MANOS DE SU MADRE ADOPTIVA
En un hecho que ha conmocionado a Tapachula y ha puesto en tela de juicio la actuación de las autoridades, es el de una menor de edad que falleció presuntamente a manos de su madre adoptiva, quien se desempeñaba como fiscal del Ministerio Público en Chiapas. La funcionaria, ahora detenida, enfrenta acusaciones graves relacionadas con las circunstancias de la muerte de la niña.
La tragedia sacó a la luz pública una serie de denuncias de maltrato infantil que fueron presentadas en contra de la fiscal meses anteriores. Vecinos ya habían alertado a las autoridades sobre el sufrimiento de la menor, pero, según testimonios, las denuncias no prosperaron debido al cargo que ocupaba la ahora acusada, lo que le habría permitido evadir la acción de la justicia.
Este caso ha generado un fuerte debate sobre la necesidad de un mayor seguimiento y control por parte de las autoridades en las adopciones, especialmente cuando se trata de funcionarios públicos.
Organizaciones de derechos humanos y de protección infantil han levantado la voz para exigir una investigación exhaustiva y castigo para los responsables de no haber actuado a tiempo para salvar a la menor.
Los vecinos de la fiscal, se encuentran consternados, exigen justicia esperando que este caso sirva de ejemplo para evitar que se repitan.
Las autoridades, por su parte, se enfrentan a la presión de garantizar que se haga justicia y de implementar medidas más estrictas para proteger a los menores en situación de vulnerabilidad.
