Las mujeres indígenas son violentadas en todos sus derechos por parte de los varones que comparten las mismas comunidades, que se han tomado privilegios que nadie les ha otorgado pero que se creen dueños de un gran poder para querer sobresalir por encima de los demás, asegura Patricia Díaz López.
Patricia, es una mujer indígena tsotsil de Chamula, licenciada en sociología, con sed y hambre de justicia e igualdad, durante sus 34 años ha constatado la fuerza que ejercen los hombres en materia económica, política, social y cultural, que han usado los sistemas normativos internos o llamados usos y costumbres para imponerse sobre el más débil.
Expone que es histórico el rechazo a la participación política de las mujeres a pesar de las reformas y de tantas leyes creadas para permitir la presencia del sector femenil en los puestos de elección, al grado que en muchos municipios indígenas actualmente prevalece la simulación y la usurpación tolerada y se inventan cargos como el de presidente municipal por usos y costumbres.
Ahora representante de la Coordinadora Estatal de Mujeres Indígenas (CEMI), sostiene que en Chamula no existe la paridad de género, cuando la mujer dese participar no tiene voz, ni voto, solo utilizan a la mujer como requisito para llegar al poder, pero no se da en la práctica.
Las mujeres sufrimos violencia, he estado impulsado la lucha por la paridad en Chamula, pero ha tenido repercusiones en nuestra persona, familia e integridad, el municipio es arraigado a sus costumbres, cuando la mujer participa los hombres se sienten amenazados.
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Insiste que no existe la paridad, pero confiamos en que con las nuevas leyes electorales se pueda iniciar con la participación de las mujeres indígenas en las elecciones del 6 de junio del 2021, que no sea un requisito el que las mujeres aparezcan en planillas, sino que tengan voz y voto, hoy no nos podemos sentar en las oficinas públicas porque las que ocupan los hombres.
Sustentó que los usos y costumbres han sido un pretexto para violentar los derechos de las mujeres, nuestra aspiración es que seamos tomadas en cuenta para alcanzar la paridad de género en Chamula, lamentablemente cuando llega una mujer mestiza a la presidencia municipal los alcaldes son accesibles, pero cuando nosotros llegamos a hablar se nos cierra las puertas.
A las mujeres indígenas nos ven inferiores, como seres impensantes, que no podemos realizar una labor económica, política, social y cultural
En Chamula a las mujeres indígenas nos ven inferiores, como seres impensantes, que no podemos realizar una labor económica, política, social y cultural, nos ven como mujeres domésticas, siguen las agresiones, las exclusiones y las amenazas contra las familias por exigir participación, denunció.
En el gabinete estatal una mujer indígena sería ejemplo para los pueblos y comunidades indígenas y sería la pauta para poder avanzar en la exigencia, el acceso y goce de los derechos políticos electorales por parte de las mujeres indígenas, expuso Díaz López.
Se sigue viendo a las mujeres como que no tiene valores y que debe ser sumisa a los padres, a los esposos y al pueblo, y lamentablemente cuando se exige derechos es catalogada como rebelde, que no merece respeto y vienen las agresiones, amenazas y violencia, la lucha de las mujeres indígenas es con los padres, hermanos, familia y la comunidad, apuntó.
Patricia Díaz, era servidora pública en el ayuntamiento de Chamula, de donde fue destituida junto con otros 76 compañeros, quedando pendiente el pago de salarios de 13 quincenas por 4 millones 581 mil 200 pesos, del 31 de diciembre del 2015 al 15 de abril del 2016.