En las preparatorias 2 y 3 de Tapachula discriminan a jóvenes embarazadas

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática en México (INEGI) nuestro país ocupa el primer lugar en embarazos de mujeres adolescentes

Marvin Bautista | Diario del Sur

  · miércoles 31 de agosto de 2022

A una joven de la prepa 2 no le permitieron inscribirse debido a que está embarazada / Foto: Archivo OEM

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática en México (INEGI) nuestro país ocupa el primer lugar en embarazos de mujeres adolescentes, es decir, entre 15 a 19 años de edad, esto dentro de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que en 2019 registraron una tasa promedio de 13.7 nacimientos por cada 1 000 mujeres de 15 a 19 años.

Mientras que a nivel nacional, Chiapas ocupa el séptimo lugar en embarazo infantil, por ello sorprende que ante estas altas tasas de incidencia de esta situación que a decir de los expertos obedece a una situación multifactorial las cuales van del abuso sexual, el incesto o la falta de información a la falta de acceso a un sistema de salud digno, que en una escuela preparatoria se considere a las jóvenes embarazadas y sus inasistencias en el apartado de “Faltas de disciplina”.


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Esta situación discriminatoria ocurre en las escuelas preparatorias 2 y 3 de Tapachula que con respecto a las faltas generales de los alumnos, en su artículo 16 inscrito en el apartado de “Derechos de los estudiantes” indica: que es derecho de los estudiantes “faltar hasta 3 días durante cada período parcial, el permiso debe ser solicitado de manera personal o de manera escrita por el padre, representante o persona que ejerza la patria potestad, pudiendo presentarlo antes o hasta tres días hábiles posteriores al último día de ausencia lo cual servirá para justiciar sus faltas.”

Sin embargo, cuando se trata de embarazadas el trato es diferente pues como indicamos arriba, la normativa se indica en el artículo 35, inscrito en el apartado “Faltas de disciplina” (implicando de facto que el embarazo es una de estas faltas) e indica: “Toda estudiante que presente síntomas de embarazo, no se le justificarán las faltas en sus asignaturas como una enfermedad y deberá presentar carta responsiva al departamento de Orientación Educativa firmada por la madre, padre de familia o tutor que ejerza patria postestad debidamente comprobada y el certificado médico (IMSS) donde avale que no corre riesgo su salud.



Agrega el mismo reglamento un inciso a) “La escuela no se hace responsable del producto y de la menor en caso de algún accidente dentro de la institución”

Esta indicación no está explícita en ningún caso anterior, es decir, cualquier joven dentro de la escuela está, por supuesto a cargo de la institución como debe ser, sin embargo, las embarazadas no, para ellas “la institución no se hace responsable”.

La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 57 fracción XXI obliga a establecer acciones afirmativas que garanticen el acceso y permanencia de niñas y adolescentes embarazadas a la escuela, faciliten su reingreso y promuevan su egreso del sistema educativo nacional.

En estas dos escuelas preparatorias de Tapachula esta y otras leyes son desconocidas y plenamente violentadas, al igual que los derechos humanos de una joven que ha tenido que enfrentar la disyuntiva de dejar de ingresar a su plantel debido a que su madre se niega a firmar este reglamento que no sólo discrimina a su hija, sino que además, la desalienta a dejar la escuela puesto que si debe asistir a citas médicas de control de su embarazo o se siente mal debido a ello, no podrá justificar sus faltas, según lo especifica el reglamento escolar.


En el reglamento interno de la institución menciona el embarazo juvenil como "faltas a la disciplina" / Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur


Sonia Araceli López Miranda, madre de la joven, denunció que la semana pasada se presentó junto con segunda tutora a las oficinas provisionales de la prepa 2 ubicadas en la Unidad Administrativa a inscribir a su hija quien ingresaría al 5o semestre de preparatoria, es decir, se trata de su último año en la institución, sin embargo, no pudo llevar a cabo la reinscripción por negarse a firmar el reglamento, debido a que atenta contra jóvenes en gestación.

La madre de familia señaló que ella realizó el pago de inscripción y cumplió con los requisitos, sin embargo, por no firmar el reglamento que afecta a su hija embarazada con 4 meses de gestación le prohibieron inscribirla y con ello violentan su derecho a la educación.



"Le están negando la educación a mi hija y no se vale, porque a pesar de estar embarazada ella quiere seguir superándose, sin embargo, no nos han permitido inscribirla aún cuando ya hicimos el pago de inscripción y cumplimos con los demás requisitos", abundó.

Al respecto, Hector Martín Méndez Estrada, integrante del colectivo de defensores de derechos humanos, indicó que desde el momento que tuvieron conocimiento del caso han apoyado a la madre familia, ya que se trata de un tema de discriminación recurrente y sistemático que además se reglamenta al interior de las instituciones ejerciendo con ello violencia sexista.


Sonia Araceli López Miranda, madre de la joven embarazada / Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur

Mencionó que ante esta situación han interpuesto una denuncia ante la Fiscalía Fronterizo Costa, una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y también un amparo ante el tribunal de justicia para que se obligue al director de la preparatoria número 2 a permita el acceso a la educación a la joven y no se le violen sus derechos solo por estar embarazada.

Es importante también que las autoridades educativas del estado de Chiapas realicen una revisión a los reglamentos escolares que promueven la violencia sexista y discriminatoria a niñas y adolescentes en gestación cuando en realidad deberían promover su inclusión escolar y hacer todo lo posible para que puedan concluir sus estudios y de esta forma tengan acceso a mejores oportunidades laborales y calidad de vida para ellas y sus familias.



Con información de Ivonne de León