La presencia de saqueadores que ven en el mercado negro de huevos, carne y el aceite de tortuga un jugoso negocio, se han convertido en una amenaza para cientos de tortugas marinas que cada año anidan en playas de Mazatán, por ello ambientalistas que buscan la protección de esta especie amenazada piden a las autoridades mayor presencia en la vigilancia, mayores apoyos de las instituciones de conservación ambiental y mayor educación para las nuevas generaciones.
Y es que recientemente han empezado a registrarse los primeros puntos de anidación de tortugas en las playas de Mazatán, por ello la sociedad en general lanza una alerta a las instancias de los tres órdenes de gobierno a prevenir el saqueo y destrucción de las tortugas.
Te puede interesar: Chiapas, el principal conservador de manglares en el país
Entrevistado al respecto el biólogo, José Alfredo González Gerardo, colaborador grupo comunitario de protección de flora y fauna en Mazatán, afirmó que es un esfuerzo de particulares que ha dado fruto, ya que en el 2020 fueron 23 nidos protegidos y el año pasado con mayor presencia y horas de recorrido se lograron proteger 47 nidos que dio como resultado la liberación de entre 4 y cinco mil crías.
Dijo que en promedio en cada nido se puede localizar entre 100 y 128 huevos que ha sido los mas grandes que se han rescatado en la comunidad de Emiliano Zapata en el municipio de Mazatán.
Expuso que una vez que los ambientalistas logran un avistamiento, se sacan datos estadísticos y se recupera el nido y los huevos se llevan a resguardo en un corral de incubación en el Centro de Promoción Ambiental que es un museo regional comunitario para la conservación de la tortuga marina y especies de flora y fauna de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada en la que se encuentra Mazatán.
Señaló que el periodo de incubación es de aproximadamente de 45 días, para que las crías puedan estar en condiciones de su reincorporación a las playas del Océano Pacifico en Mazatán.
Detalló que para estas acciones han conformado un grupo de voluntarios que con recursos propios realizan monitoreos nocturnos para la localización de nidos de tortuga golfina y posteriormente llevarlos a un lugar de resguardo e incubación, donde se garantice la supervivencia de esta especie.
Indico que los voluntarios recorren noche a noche unos 10 kilómetros en la búsqueda de la anidación de la tortuga marina y proteger los huevos de los saqueadores, llevarlos al centro de conservación para garantizar el nacimiento de las crías.
Puntualizó que es difícil competir con los saqueadores, porque los voluntarios forman brigadas de cinco personas, mientras que los saqueadores son quizás de igual número pero se ha detectado la presencia de hasta 15 grupos con cuatrimotos que les permiten recorridos más largos, toda vez que los mueve la obtención de un recursos económico considerable.
"La labor de los ambientalistas es delicada y requiere un esfuerzo grande, aunque se ha convertido en una actividad turística ambiental, de cultura ecológica, hay riesgos pues el negocio en el mercado negro es jugoso, ya que comercializan no solo huevos sino la carne, e incluso el aceite de la tortuga, por lo que muchos incluso las sacrifican", abundó.