Los loros son parte fundamental de la gran biodiversidad de México. Su simpatía y belleza han llevado a estas aves a ser explotadas en una magnitud mayor que cualquier otra familia de aves. La resistencia, longevidad y capacidad para imitar el habla humana son características que atraen a muchas personas, provocando que los loros sean comunes en hogares mexicanos.
En México, existen 22 especies de loros, todas protegidas por las leyes mexicanas debido a la drástica disminución de sus poblaciones en las últimas tres décadas. Esta disminución se debe a la captura ilegal y a la destrucción de sus hábitats naturales. En Chiapas, habitan 14 de estas especies, incluyendo dos subespecies de pericos, loros, cotorros y guacamayas. Todas están clasificadas en alguna categoría de riesgo según la NOM 059-SEMARNAT-2010.
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A nivel nacional, 13 de estas especies están en peligro de extinción, siete están amenazadas y cuatro están bajo protección especial. Las especies que necesitan atención inmediata incluyen el loro cabeza amarilla, la guacamaya roja y verde, el loro cabeza azul y el loro nuca amarilla, entre otras.
Loro cabeza azul en Chiapas
El loro cabeza azul (Amazona farinosa) es una especie monógama que generalmente se observa en parejas o pequeños grupos familiares, aunque también forma parvadas de alimentación y dormideros comunales. Esta especie tarda tres años o más en alcanzar su madurez sexual. En nuestro país está catalogado como en peligro de extinción. En las últimas décadas, la mayor presión sobre las poblaciones silvestres del loro cabeza azul ha sido la alarmante deforestación del bosque perennifolio en el país, así como el tráfico ilegal.
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Características del Loro Cabeza Azul
Este loro de tamaño medio mide alrededor de 37 centímetros y pesa unos 190 gramos. No presenta dimorfismo sexual visible, lo que dificulta distinguir entre machos y hembras.
Su plumaje es mayormente verde, con tonos azulados en la cabeza, corona, mejillas y orejas. Las plumas del pecho pueden ser azuladas, verdes o verde amarillentas. La cola tiene plumas verdes, con el envés de color rojo pardo. Sus patas son rosadas con uñas grises, la mandíbula superior tiene puntos grises y la inferior es más clara, oscureciéndose con la edad.
La conservación de estas aves es crucial para mantener el equilibrio de los ecosistemas donde habitan y preservar la biodiversidad de México. Es esencial reforzar las medidas de protección y promover la educación ambiental para evitar su captura y fomentar la restauración de sus hábitats naturales.