La angustia se ha apoderado de los pobladores de los municipios de la zona sierra, ya que han transcurrido dos semanas desde el inicio del paro laboral de los transportistas, quienes exigen una mayor seguridad. A raíz de este cierre de carreteras, se ha vuelto imposible que los vehículos de suministro lleguen a las tiendas de abarrotes y a otros comercios, incluyendo el suministro de gas LP.
Se informó que la incertidumbre va en aumento entre la población de estos municipios, especialmente en Frontera Comalapa y Motozintla. En el caso de Frontera Comalapa, los habitantes estuvieron sin energía eléctrica durante 48 horas, mientras que en Motozintla, comenzaron a experimentar problemas con las señales de teléfonos celulares desde la tarde del sábado. Esta situación ha dejado a las comunidades parcialmente incomunicadas y ha generado un clima de preocupación y desesperación.
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En Motozintla de Mendoza, que forma parte de la zona del Mariscal en el estado de Chiapas, la situación de grave inseguridad debido a la presencia de grupos armados ha empeorado. La población se encuentra prácticamente secuestrada en su propia localidad, incapaz de salir y regresar con normalidad. La falta de seguridad y la creciente preocupación han llevado al cierre de juzgados, dependencias gubernamentales, terminales de transporte, sucursales bancarias y tiendas locales y nacionales.
Esta situación obstaculiza la llegada de productos básicos a la región, y la gente está viviendo momentos de gran temor, ya que, no pueden viajar en unidades de transporte público debido al paro laboral que ya lleva quince días en curso.
En redes sociales, la población ha expresado su urgente llamado al gobierno federal y al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que intervengan y envíen fuerzas federales, incluyendo al Ejército Mexicano y la Secretaría de Marina, con el fin de restablecer la paz y reactivar el comercio en un ambiente seguro.
Algunos pobladores están buscando formas de abandonar la zona, ya que la economía se ha visto gravemente afectada, con bancos sin efectivo y cortes de energía eléctrica. La falta de presencia policial por las noches ha aumentado la preocupación de la población.
En resumen, la carretera que conecta con la zona costera de Chiapas sigue cerrada, el transporte público permanece varado, y la falta de servicios esenciales y seguridad ha llevado a una situación de crisis que requiere intervención urgente por parte de las autoridades.