A 17 kilómetros de la cabecera municipal de Ocosingo se ubica la comunidad de "Santa Clara", los más de 300 pobladores resguardan un afluente que forma una cascada de la que se abastecen, no cuentan con red de agua potable, pero el arroyo se ha convertido en un manantial de vida para 50 familias, lo cuidan como una joya, no permiten su contaminación, están al pendiente de que no haya agentes contaminantes que lo amenacen.
Sus habitantes le llaman un regalo de Dios, el arroyo nació ahí hace muchos años, están dispuestas a seguir conservando este majestuoso cuerpo de agua, así lo dejó claro don Gilberto Alfonso Gómez Domínguez, afirma que irán ampliando poco a poco la vegetación de la zona para evitar una eventual disminución de su caudal.
Don Gilberto Alonso compartió que este es un manantial de donde consume agua toda la comunidad, no hay más que hay el interés de las familiar por cuidarlo, por conservarlo, no compartimos la idea de que agregarle químicos como cuando la humanidad se baña en el río, hemos pedido que no ocurra ningún riesgo para esta bella natural porque todos estamos desde aquí acarreando el agua para nuestro domicilio.
Para trasladarte a estas cascadas se tiene que transitar por la ruta ganadera de Ocosingo, este parador turístico se encuentra resguardado por indígenas tzeltales que vigilan el buen uso de este lugar, no queremos su deterioro, en este espacio es posible encontrar un lugar de descanso y mucha tranquilidad, se puede apreciar la filtración del agua que le da vida al manantial.
Finalmente pide a la sociedad en general ayudar a la conservación del sitio, quien no vayan en son de ambientalista, de protector, que no lo haga, porque la comunidad impedirá el paso a quien pretenda causar un deterioro al sitio, la tarea es la conservación de nuestra casa, nuestro manantial de vida.