DATO: Rastro sólo le compra una o dos reses a cada productor
La Asociación Ganadera Local Emiliano Zapata, informó que más de 200 productores están a punto de desaparecer en el sistema de producción de esta actividad en Tapachula, debido a factores como la sequía que padecieron hace algunos meses y ahora la pandemia del Covid 19.
Bersaín Mejía Rubio, presidente de dicha asociación ganadera, expuso que el sector agropecuario ha sido muy golpeado en este 2020, debido a que las autoridades no están impulsando ningún tipo de programa de rescate al sector.
Dijo que, de permanecer estás políticas de nulos apoyos, pronto muchos ganaderos y hombres del campo dejarán esta actividad para buscar nuevas formas de empleo.
“Algunos compañeros ya están acabando con lo que hicieron en toda su vida, están vendiendo hasta sus escasos terrenos porque no encuentran la salida ante este golpe económico a causa del virus y la sequía”, expuso.
Y es que la sequía que azotó la región a inicios de año, provocó que salieran a flote deficiencias como no contar con un sistema de riego ni para una hectárea de terreno, a fin de pastar para alimentar al ganado. También se evidenció la falta de galeras y corrales para el cuidado de estos animales.
Señaló que los apoyos prometidos por el gobierno fueron falsos, ya que no recibieron nada y el “crédito ganadero a la palabra” resultó una falacia.
“Todos esos apoyos son mentira porque nunca llegaron, es más, ni nuestros oficios donde pedimos ayuda contestan"Bersaín Mejía Rubio, presidente de la Asociación Ganadera Local Emiliano Zapata
Apuntó que ahora no existe un mercado que pague lo justo por las cabezas de ganado, lo que repercute en no tener para pagar si quiera las necesidades básicas de los productores.
“Tenemos que pagar todo el cuidado de las reses y además solventar nuestras necesidades familiares, pero ahora no podemos cubrir ni eso porque no hay mercado ni circular”, refirió.
Época de vacas flacas
La actual pandemia ha provocado que en el mercado no haya circulante y esté parado.
Esta situación ha propiciado que cada productor venda de una a dos cabezas de res al rastro, para la matanza y comercialización de la carne.
La situación, según el líder ganadero, empeora aún más: en el rastro el kilo de carne de los compran hasta en 23 pesos en kilogramo, cuando antes de la contingencia alcanzaba los 30 pesos.
En menos de tres meses el kilo de carne bajó 7 pesos, esto nos golpea directamente en el bolsillo y no tenemos manera de recuperarnosBersaín Mejía Rubio, presidente de la Asociación Ganadera Local Emiliano Zapata
Aunado a esto, a estos 200 productores sólo les compran el ganado gordo, pero la mayoría de sus reses son flacas que no sortearon bien la sequía, por lo que al quedarse atorada la demanda de estos animales, tienen que rematarlos con acaparadores a precios extremadamente bajos.
“Entendemos que no somos lo únicos afectados, pero este sector debería tener mayor brazo de apoyo debido a que se trata de un alimento básico, ahora tenemos que buscarle por otro lado para subsistir”, finalizó.
La Asociación Ganadera Emiliano Zapata es pionera de la producción ganadera en la frontera sur. Por años, ha sido un sector fuerte en la generación de empleos para cientos de familias, sin embargo, ahora está lastimado y en el olvido de las autoridades.
/BJ