Habitantes del municipio fronterizo de Suchiate externaron su inconformidad y malestar contra la alcaldesa Sonia Eloina Hernández Aguilar al permitir la apertura de bares y cantinas en la zona centro, quienes ponen música a volúmenes exagerados y no respetar horarios de funcionamiento.
En representación de los inconformes, Mayuli Ortiz, dio a conocer que están cansados de sufrir los efectos de la grave contaminación sonora y auditiva que generan los bares y cantinas que están establecidos en la zona centro, por lo que exigen a la alcaldesa una pronta atención a esta problemática m
Dijo que el escándalo que generan estos lugares de vicio son insoportables para las familias que viven a sus alrededores, ya que muchos de ellos ponen su música por arriba de los decibeles permitidos por la ley, e incluso hasta altas horas de la madrugada, por lo que les es imposible conciliar el sueño.
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Señaló que el ruido excesivo que generan atenta contra la tranquilidad de los habitantes y peor aun es que esta contaminación inicia desde la tarde y se prolonga hasta la madrugada, aún cuando los bares cuentan con un horario de funcionamiento, el cual lo violentan, pero las autoridades no hacen nada para frenar esta problemática.
"El ruido excesivo que provocan los bares y cantinas provocan graves problemas a la salud de las personas que viven en esta zona, principalmente de las personas adultas, por lo que es necesario que la autoridad municipal pueda atender esta denuncia, ya que esta situación interrumpe la paz y la tranquilidad de las familias", abundó.
Indicó que la el reglamento de funcionamiento de bares y cantinas es letra muerta en este municipio, ya que la autoridad municipal ha sido inoperante para meter en cintura a estos negocios que irrumpen la tranquilidad de las familias.
Finalmente mencionó que, en los próximos días enviarán un documento ante la autoridad municipal para frenar esta problemática que ha comenzado a causar intranquilidad en las familias, así como problemas en la salud, por lo que exigirán que se aplique la ley para que respeten su horario de funcionamiento y el límite de decibeles.