Hace 28 años, su voz sorprendió a la audiencia. Su frescura y esa espontaneidad que le caracteriza crearon a un personaje que se convirtió en ícono de la comunicación.
Siendo universitario de la licenciatura en Derecho, y compañero de Berta Sumuano y Bertha Flores, hace amistad con el hermano, quien tenía el grupo musical “La Rebelión”. Es trabajando sobre una tarea, que Orlando le dice: –“tú tienes más talento para ser locutor que abogado” y…
Orlando Flores, que se movía en el ambiente de la música, la comunicación y la farándula, lo recomienda con Alfredo Peyrot y ahí comienza su aventura como locutor. Finaliza la carrera de abogado, se titula y hace 5 años decidió estudiar la licenciatura de Ciencia de la Comunicación. Estudiando comunicación descubre que la fotografía es otra de sus pasiones.
Ronay González Ruiz es un insaciable del saber, un personaje único que ha creado su propia leyenda en la comunicación gracias a su ingenio, talento y ese don de la creatividad incansable.
Nació en la comunidad de Xochiltepec, municipio de Tuzantán, Chiapas. Los primeros años vivió bajo el cuidado de sus abuelos y a los 9 años, cuando su madre logra estabilizarse, lo trae a Tapachula.
Siendo bachiller gana el campeonato de oratoria nacional. Gana un concurso local, regional y después de ganar el concurso estatal viaja a la Ciudad de México y vuelve con un reconocimiento. -Nada existe de ese buen recuerdo, todo se lo llevó el Stan-, anota nuestro entrevistado.
Hace 28 años comenzó la aventura como locutor y, recientemente, fue objeto de un reconocimiento por su trayectoria. Sencillo y respetuoso, siguió los consejos que le dio su madre: -si vas a ser locutor, guíate de los que saben-. Su madre y él tienen una química especial y es el buen sentido del humor, la línea que los caracteriza.
Ángel Garibay, Roberto de los Santos Cruz, Artemio Mijangos, eran los referentes, los ejemplos que Ronay tenía para perfeccionar su oficio de locutor. Fue ganando terreno gracias a esa chispa, alegría, dinamismo que le caracteriza y desde luego, esa sed y hambre de superación.
Ulises Mendoza “El Tigre”, quien estaba como locutor en la XEXXX, fue su maestro, quien le enseñó los secretos que, siendo novato desconocía. El mismo Ulises, años después le reconoció que “era bueno” como locutor, animador y comentarista.
Amín Siman y Jesús Domínguez Castellanos son dos personajes que día a día seguían sus programas de cerca porque se distinguían de todos. Ya estaba perfeccionando un estilo que hasta el día de hoy lo mantiene con un buen rating.
Su vocación, él asegura que todos los días aprende y no ha sido fácil, considerando que la parodia es el género divertido en el que se desenvuelve a la perfección.
Es tan bueno en lo que hace y dice que obtiene el privilegio de compartir 30 minutos con Felipe Calderón, siendo presidente de la República. Una entrevista que Ronay González Ruiz llevó como solo él sabe hacerlo; por supuesto que rompió el protocolo y llevó de la mano al mandatario nacional por donde quiso. Nadie daba créditos que un hombre como Ronay fuera elegido para entrevistar a Calderón.
De cuna humilde, reconoce que solo tuvo madre, fue ella quien se encargó de darle estudios gracias a su trabajo como cultora de belleza, pero no era suficiente, así que trabajó de todo en su juventud para no cargarle la responsabilidad completa a su progenitora.
Rosalía Rico, siendo él universitario, descubre el potencial que tenía nuestro entrevistado, e inicia a colaborar en el programa “Nuestra Ciudad”, obteniendo una plaza para cubrir los descansos, siendo este su primer trabajo como locutor.
Como en todas las historias, siempre detrás de un hombre existe un motor, el amor, y en bachillerato conoce a la mujer con quien hasta el día de hoy comparte la vida; María del Rosario González Gómez.
Eran muy jóvenes cuando deciden hacer vida en común. Ronay le propone vivir juntos y años después nace la oportunidad de comprar una vivienda y, el 21 de junio firman ante el juez del Registro Civil. Hoy están victoriosos por 29 años de vida juntos y 18 formalmente casados. Eso se llama amor a prueba de bombas.
¿Es bien remunerado el oficio de locutor?, le pregunto, porque mucha gente desea estar en cabina y ser la estrella. Ronay asegura que es la pasión y la vocación lo único que te mantiene en este oficio, porque al ingresar a una radiodifusora y ver la responsabilidad, muchos desertan.
Ronay conoce todas las reglas y leyes que debe respetar un locutor, porque es su modo de vida, su oficio, su voz, y anota que “La Chorcha” (programa de radio) fue el mejor programa en donde se ganó la atención de miles de radioescuchas.
Ronay González Ruiz es un hombre que tiene el don de la palabra, la usa como quiere y es capaz de mantener una charla por horas, sin que alguien bostece. Dicho en palabras simples, es un magnate del entretenimiento, de las relaciones humanas y, claro, es un hombre, un locutor con buen acervo cultural.
Tal vez por ser el hombre de las grandes ligas en la comunicación, se ha pulido el lado cortés, educado y siempre agradecido con la vida y, con todos aquellos que han intervenido en su desarrollo, eso se lo debe a su madre, quien le educó con mucho amor, con fuerza de hierro, pero con guante de terciopelo.
Él sabe que en esta vida la preparación abre más puertas y te mantiene a la vanguardia, por lo que ha continuado preparándose académicamente para ser el hombre, seguir siendo el ícono de la locución.
El popular Ronay es un auténtico profesional, un hombre que, según sus palabras, ha encontrado la felicidad muchas veces. La vive a diario en su oficio que ama, es feliz narrando un partido de fútbol, dando las noticias o simplemente charlando con sus radioescuchas en donde se percibe que disfruta lo que hace.
Su fama y coronación como un ícono de la comunicación se la debe a todos aquellos que confiaron en él, a quienes vivirá siempre agradecido por la confianza.
Su desarrollo continúa, su crecimiento en el ramo que se dedica lo alimenta tomando cursos de fotografía, edición de videos, redacción y claro, su humildad es tan grandiosa que siempre se deja enseñar y aprende de los grandes, se junta, se relaciona con los grandes para crecer más.
Ha participado en programas como: Nuestra Ciudad, noticieros en Noti Núcleo en todo el estado, el programa Alerta Roja (nota roja combinada con parodia), La Chorcha, corresponsal de Radio Fórmula y de MVS; ha hecho enlaces con Carmen Aristegui, Joaquín López-Dóriga, Pepe Cárdenas y tiene tanto material que nos faltarían hojas para compartir su historia sin censura.
Ronay tiene todos los amores que cualquier hombre anhela: una madre amorosa, María Elena González Ruiz; una esposa incondicional, María del Rosario González Gómez; y dos hijos que son su inspiración, Tairi Alexander y Leilani Maureen.
Ronay juega las cartas de manera limpia y muy pronto, gracias a su lealtad, calidad humanitaria y profesionalismo, podría invertir su papel. Hoy él da la noticia y la noticia podría ser él, mañana… esto continuará. El artista dice “el show debe continuar”.
Está en el mejor momento de su vida, tiene 47 años, un corazón joven y un cerebro lleno de ideas, un futuro prometedor, pero sobre todo, un encantador estilo de ser que, su voz, su estilo único, seguirá llamando reflectores.
morancarlos.escobar1958@gmail.com